viernes, 15 de febrero de 2008

Prioridades estatales

Hace poco leía algunas noticias que me causaron un gran impacto, sobre todo por la impotencia que en ocasiones podemos padecer como ciudadanos en este país, son tantas las injusticias, que en verdad cada vez resulta más difícil tener confianza en la clase política mexicana.

¿En que debe invertirse el dinero del erario público del Estado o de los estados de la federación?, ¿existen o no prioridades nacionales y estatales que deben atenderse?, y ¿cuáles son estás?, ¿a caso nuestros gobiernos las conocen?. Hace unos días me enteré por medio del programa "Primer Plano" de canal Once (información que después comprobé en Internet) que el gobierno de Jalisco, y en específico el gobernador de dicha entidad, Emilio González, del Partido Acción Nacional (PAN), gastó 38 millones de pesos del dinero público para la telenovela "Las tontas no van al cielo", sólo porque ésta -según él- servirá de promoción turística al estado[1]. Pero esto no es un caso aislado, ni propio del PAN, también tenemos estados como Puebla, gobernado por el llamado "gober precioso", el priísta Mario Marín, que gastó 1.6 millones de pesos en la telenovela de "Fuego en la sangre", con el mismo pretexto que el ejecutivo jalisciense[2]. Y no debemos olvidar también al Jefe de gobierno del Distrito Federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que ocupó dinero público con el objetivo de cambiar los letreros de las calles, para poder incluir en las nuevas láminas el logotipo de "Ciudad en movimiento", reemplazándolas cuando solo tienen año y medio de usó, puesto que Alejandro Encinas las colocó en 2006, gastando 20 millones de pesos en ese entonces[3].

PAN, PRI, PRD, no importa el color del partido ni sus miembros, en teoría, todos los políticos mexicanos son iguales, más preocupados por dejar una huella personal que un proyecto a largo plazo que beneficie a la población, ¿que Jalisco, Puebla y el Distrito Federal no tienen mejores inversiones que hacer?, o ¿las playas y pistas de hielo se convertirán el "pan y el circo" que les aseguré su lugar en la contienda de 2012?. La gran pregunta con la que cierro este artículo de opinión es: ¿cuáles son y deben ser las prioridades en un país con millones de pobres?, quizá no es la falta de dinero lo que afecta a México, sino su mala distribución e inversión.

[1]El éxito de las telenovelas desata rivalidad entre los estados mexicanos”, en Terra, versión electrónica en http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/exito_telenovelas_desata_rivalidad_estados_2225558.htm. 04 de febrero de 2008.

[2] Idem

[3] Molina, Héctor. “Nuevas láminas de calles echan a la basura 20 mdp”, en El Universal, versión electrónica en http://eluniversalgrafico.com.mx/75107.html. Martes 12 de febrero de 2008.
-----------------------------------------
Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Prioridades estatales", en "El Nexo", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 15 de febrero de 2008.

lunes, 11 de febrero de 2008

Teocracia y democracia en Arabia Saudita: ¿son compatibles?

Arabia Saudita es un Estado que se rige por el Derecho Islámico, el cual, es posiblemente, el más opuesto al Derecho Romano y Anglosajón, y con ello a la llamada “civilización occidental”.
El Derecho islámico tiene como base al Corán, que es el libro sagrado de la religión musulmana, ya que contiene las revelaciones de Alá, su dios, a Mahoma, su máximo profeta. El Islam queda así inscrito en todos los quehaceres políticos.
La religión esta estrechamente ligada al Estado, es más, la religión es el Estado, ya que todo el ordenamiento jurídico y político gira en torno a la Sharia, y a la jurisprudencia (fiqh), que no es realizada por juristas como en casi todos los países, sino por los teólogos musulmanes, con base en investigaciones y discusiones sobre el Corán.
“…La Sharia no ha perdido nada de su vigor normativo, al cabo de más de mil años, cualesquiera que sean las orientaciones u opciones de las sociedades musulmanas y en los países de orientación tradicional, como Arabia Saudita, la Sharia es la ley del Estado…”.[1]
Incluso, en la Sura V del Corán, se dice que “A Dios pertenece la soberanía de los cielos y de la tierra y del espacio que los separa. Él crea lo que quiere y lo puede todo”.[2] Lo cual difiere ampliamente del resto de los países que consideran que la soberanía reside en el pueblo, con lo que aquí se limita la posibilidad en la que la sociedad pueda participar en la evolución y desarrollo político de su país, ya que sólo los “elegidos por Dios” pueden controlar las instituciones sociales.
La monarquía teocrática de Arabia Saudita esta peleada con la democracia liberal de corte occidental en todos los sentidos, lo que siempre ha sido cuestionado en los países desarrollados principalmente de Europa y Norteamérica. Es debido a esta presión internacional, que la Embajada saudiárabe en Londres ha contestado a manera de pregunta dichos cuestionamientos:

P: "Pero qué hay sobre democracia? "

R: "Arabia Saudita nunca ha clamado ser una democracia. La democracia tiene muchos requisitos previos. Se supuso que las instituciones que están hoy eran necesarias en una sociedad civil donde era inexistente cuando Arabia Saudita nació hace 65 años, pero hoy muchas de estas instituciones han evolucionado y otras han continuado haciéndolo. Por ejemplo hace 65 años, el analfabetismo era universal en Arabia Saudita. Hoy el 75% de la población es instruida. Arabia Saudita no cree en revolución, la cual fue probada en muchos lugares en el tercer mundo e invariablemente falló. La evolución gradual es un rumbo mejor."

P: "Esta Llevando esta evolución, eventualmente, a una democracia del tipo Occidental? "

R: "No. Podría llevar a la participación más popular en todos los niveles, pero es improbable que culmine en una democracia Occidental. En democracia, el parlamento elegido es de orden supremo. Puede hacer algo legal o ilegal. En el Islam lo que Dios especificó como Haram (ilegal), o Halal (legal), no puede cambiarse por ningún parlamento, o incluso por la población entera. Estos imperativos de correcto e incorrecto son invariables en el Islam."[3]

Esto muestra un cambio en la concepción política-religiosa en Arabia Saudita, ya que si bien reconoce que es improbable que en los próximos años llegue a ser una democracia occidental, fija una postura en la que trabajará por una mayor participación de los ciudadanos en la vida política, esto en parte, a que la el proceso de globalización y el desarrollo de los medios de comunicación ha ejercido una gran presión para que existan mejores canales de expresión.
Probablemente el más reciente gesto de esto se refleja en las elecciones municipales que se llevaron a cabo en al año 2005, en los que si bien puede considerarse un programa piloto hacia la democracia al estilo árabe, no contó con la participación de las mujeres, y los partidos políticos están prohibidos.[4]

[1] De las Casas Duarte, Reyes Humberto. Derecho islámico comparado con el derecho en México y España. Ed. Porrúa, México, 2004, pp. 106. Página consultada 58.

[2] Ibidem, p. 98.

[3] The Middle East Media Research Institute. “El Sitio Web de la Embajada Saudita en Londres Explica sobre Derechos Humanos al Occidente”, Serie Comunicados especiales No. 529, en http://memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP52903#_edn1. 26 de Junio de 2003.

[4]Los varones saudíes residentes en Riad y sus alrededores han acudido hoy a votar en unas elecciones municipales que suponen los primeros comicios de la historia de Arabia Saudí, cuna del Islam…..Los colegios electorales han cerrado sus puertas a las 17.00 hora local (15.00 hora peninsular española) tras una jornada electoral caracterizada por "la tranquilidad y la normalidad", según han informado fuentes oficiales. Los resultados de esta histórica convocatoria se conocerán a última hora de la tarde de mañana. Se trata de una tímida apertura a la democracia, ya que son comicios municipales, las mujeres no pueden ni votar ni presentarse, sólo se elige a la mitad de los representantes y los partidos están prohibidos”. Véase “Los colegios electorales cierran en Arabia Saudita tras una jornada sin incidentes”, El País, en http://www.elpais.com/articulo/internacional/colegios/electorales/cierran/Arabia/Saudi/jornada/incidentes/elpporint/20050210elpepuint_11/Tes. 10 de febrero de 2005.
------------------------------------
Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Teocracia y democracia en Arabia Saudita: ¿son compatibles?", en "El Nexo", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 11 de febrero de 2008.

El sistema de elección de dos vueltas, y el sistema presidencial parlamentario

El sistema de doble vuelta electoral, conocido también como “Balotaje”, funciona como una segunda ronda de votación en las elecciones a cargos ejecutivos o legislativos. Esto ocurre con el fin de que el ganador o ganadores a un cargo público, accedan al poder con más de la mitad de los votos emitidos. “Este instituto nace en el siglo XIX, por primera vez en 1852 con la instauración del Segundo Imperio de Napoleón III. Luego se aplica nuevamente en la III República, y surge con gran fuerza en la V República a través de la Constitución de 1958. Es una institución electoral paradigmática del derecho electoral y constitucional francés”.[1]

Las ventajas de este sistema son muchas, entre ellas: “1) Fortalece al presidente electo, 2) Evita la victoria de un presidente con un escaso respaldo electoral, 3) Facilita la articulación de una estructura de sistema de partidos bipolar multipartidista, y 4) Estimula la articulación de coaliciones electorales durante el periodo electivo que pueden fraguar en coaliciones parlamentarias e incluso gubernamentales”.[2]

Un gran número de países en América Latina y Europa utilizan el sistema electoral de doble vuelta, y mucos presidentes han llegado al poder después de pasar por ella, tal el es caso de la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet, o el presidente francés Nicolás Sarkozy.

Cabe decir, que resultaría muy útil contar con un sistema así en el casi mexicano, ya que las pasadas elecciones concluyeron con un margen muy pequeño entre el segundo lugar, Andrés Manuel López Obrador, y el primero, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, lo que levantó sospechas entre la población, y una falta de legitimidad política, que se tradujo en la polarización del país y en las muestras de descontento, claro esta, que en la segunda vuelta, la situación pudo haber sido igual, y el margen de separación entre uno y otro posiblemente también hubiera sido muy pequeño, pero hubiera dado la oportunidad de flexibilizar un poco más la percepción popular.

Así como he nombrado las ventajas, sería conveniente decir que este sistema también tiene algunas desventajas, tales como: “1) Es una fuente de crisis institucional e inestabilidad porque genera presidentes electos con mayorías electorales artificiales que le invitan a sobredimensionar su peso relativo y a enfrentarse con un Parlamento en el que no dispone de mayorías electorales y que le puede ser hostil……2) Invita a la fragmentación lo cual, además de alimentar un multipartidismo complicado para los sistemas de gobierno presidenciales, fomenta la polarización….3) No genera coaliciones. La supuesta coalición electoral que aúpa al presidente a la victoria no tiene por que fraguar en una coalición de gobierno, máxime cuando el presidente no está dispuesto a ella. [son coaliciones coyunturales]…4) Puede producir en la segunda vuelta la reversión del orden con que se partía de la primera vuelta, el segundo en primera puede ganar al primero en primera…..5) Al exigir dos campañas electorales incrementa de un modo crucial los costos económicos para los partidos…….”.[3]

En cuanto al sistema presidencial parlamentario, tenemos que también es conocido como sistema semipresidencial, término que es más común, aunque suele llamársele igualmente sistema mixto, sistema de presidencialización o sistema híbrido. Es aquella en la cual “el presidente…es elegido por sufragio, [y] tiene ciertas competencias de gobierno. El Primer Ministro es elegido por el Parlamento a petición del Presidente, y éste responde de su responsabilidad ante el Parlamento”.[4]

En el sistema semipresidencial, el Jefe de Estado y de Gobierno cumplen con distintas funciones[5]:

El Poder Ejecutivo se divide entre un jefe de Estado -el presidente de la República- y un jefe de gobierno -o primer ministro. Cada uno tiene un origen distinto: mientras que el presidente de la República surge directamente del voto popular, el jefe de gobierno es designado por la mayoría parlamentaria. El presidente de la República nombra a este último, en efecto, pero siempre atendiendo al partido o a la coalición mayoritaria en el Parlamento. De este modo, si bien en el origen del jefe de gobierno se encuentra la confianza simultánea del jefe de Estado y de la mayoría parlamentaria, en la práctica su permanencia depende casi exclusivamente de esa mayoría. El primer ministro está comprometido en la lucha política cotidiana, de la cual está exento el presidente. El jefe de Estado mantiene una relación no conflictiva con los dirigentes de los partidos contrarios y favorece el compromiso, la negociación y la moderación de las fuerzas en pugna. Por ello, desempeña una función de árbitro.
El jefe de Estado tiene como función primordial garantizar el funcionamiento regular de las instituciones, y dirige la política exterior, la diplomacia y las fuerzas armadas. Por otro lado, existe el Parlamento organizado en dos cámaras. Ambos surgen del sufragio universal: el Parlamento no depende del jefe de Estado en términos de su elección, ni el jefe de Estado depende del Parlamento. El gobierno surge de la Asamblea Nacional, que puede ser disuelta por el presidente de la República.
En términos de Sartori, "[...] un sistema político es semipresidencial si se aplican conjuntamente las siguientes características: a) el jefe de Estado (el presidente) es electo por el voto popular -ya sea directa o indirectamente- para un periodo predeterminado en el cargo; b) el jefe de Estado comparte el Poder Ejecutivo con un primer ministro, con lo que se establece una estructura de autoridad dual cuyos tres criterios definitorios son: 1) el presidente es independiente del Parlamento, pero no se le permite gobernar solo o directamente, y en consecuencia su voluntad debe ser canalizada y procesada por medio de su gobierno; 2) de la otra parte, el primer ministro y su gabinete son independientes del presidente porque dependen del Parlamento; están sujetos al voto de confianza y/o al voto de censura, y en ambos casos requieren del apoyo de una mayoría parlamentaria, y 3) la estructura de autoridad dual del semipresidencialismo permite diferentes balances de poder, así como predominios de poder variables dentro del Ejecutivo, bajo la rigurosa condición de que el 'potencial de autonomía' de cada unidad componente del Ejecutivo subsista."

En este sistema, la disolución del Parlamento es un arma en manos del presidente porque se busca que éste disponga, en la medida de lo posible, de una mayoría parlamentaria afín. El presidente disuelve el Parlamento con base en cálculos políticos, de acuerdo con los cuales esta acción no se puede instrumentar en cualquier momento ni bajo cualquier circunstancia. En otras palabras, aunque no hay límites ni condiciones para disolver el Parlamento, sólo se hace cuando hay circunstancias políticas para conducir a una mayoría propia al Parlamento o cuando, aunque esto no se logre, se trata de disminuir costos políticos a mediano plazo.

Este sistema tiene es ambivalente, ya que en muchos casos sus ventajas pueden convertirse en desventajas, como en la cohabitación, la cual ocurre cuando el presidente es del partido opositor a la mayoría del Parlamento, lo que puede o generar una sana coexistencia entre el Presidente y el Parlamento reflejado en una clara división de poderes, o estar llenos de obstrucciones a causa de la dualidad del ejecutivo.


[1] Wikipedia. “Segunda vuelta electoral”, en http://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_vuelta_electoral. 28 de septiembre de 2007.

[2] Martínez Martínez, Rafael. Ventajas y desventajas de la fórmula electoral de doble vuelta. Ed. CIDOB, Barcelona, España, Junio de 2006. Página 5. Consultado en su versión electrónica: www.cidob.org/es/content/download/671/15667/file/doc_americalatina_12.pdf - .

[3] Ibidem, pp. 8-9.

[4] Wikipedia. “República semipresidencial”, en http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_semipresidencialista. 28 de septiembre de 2007.

[5] Instituto Federal Electoral. Espinoza Toledo, Ricardo. Sistemas Parlamentario, Presidencial y Semipresidencial. Consultado en http://www.ife.org.mx/documentos/DECEYEC/sistemas_parlamentario.htm#presentacion. Octubre de 2007.
------------------------------------
Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El sistema de elección de dos vueltas, y el sistema presidencial parlamentario", en "El Nexo", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 11 de febrero de 2008.

viernes, 1 de febrero de 2008

El comercio exterior de México: el reto de la diversificación comercial

El presente trabajo aborda el tema del comercio exterior de México, con datos de los últimos años (2004-2007), para comprender la manera en que el país se desenvuelve en el plano del comercio internacional.
México es un gigante en el comercio internacional, ya que en el 2004 el país exportó el 2.1% de las mercancías del mundo, e importó 2.2% del total mundial. Lo que lo ubica en el lugar décimo tercero en cuanto a exportaciones y en el décimo cuarto en las importaciones dentro del ranking mundial de comercio.
Sin embargo, la mayoría de ese comercio se concentra en la relación comercial con los Estados Unidos (casi el 70%), ya que en el 2005 el 85.8% de lo que se exportó tuvo como destino a dicho país del norte, y el 53.6% de lo que se importó provino de allí. Lo que nos habla de una concentración monopólica de nuestro comercio exterior.
Prácticamente mantenemos relaciones comerciales con 220 países, de las cuales, la gran mayoría son deficitarias, es decir, importamos más de lo que exportamos, de hecho, en general en el año 2006 nuestras exportaciones fueron de 250,292 millones de dólares y nuestras importaciones fueron de 256,130 millones de dólares, lo que nos deja como resultado un déficit de 5,838 millones de dólares.
Nuestro principal socio comercial en el año 2006 fue Estados Unidos, cuya relación arrojó un superávit de 81,639 millones de dólares, mientras que el segundo país con el que tuvimos un superávit fue Colombia, con 1,389 millones de dólares.
A pesar de lo anterior, la mayoría del comercio que tenemos con otros países fue deficitario, incluso con Canadá, nuestro otro socio en América del Norte (-2, 192 millones de dólares), llegando a alcanzar un déficit de -62, 172 millones de dólares con el sureste asiático y de -16, 957 millones de dólares con la Unión Europea.
Lo antes comentado expone que el único país prioritario para México es Estados Unidos, y si bien a aumentado su comercio en los últimos años con otras regiones, aun continua siendo mínimo. Lo más conveniente sería no lograr un superávit, sino obtener lo más cercano al cero en la balanza comercial, para lo que tendríamos que buscar diversificar nuestro comercio, ya que nuestro déficit comercial con el sureste asiático y la Unión Europea es de -79,129 millones de dólares, lo que podría disminuirse si redujéramos nuestro superávit comercial con los Estados Unidos de 81, 639 millones de dólares, buscando un mayor equilibro con otras regiones.
En conclusión cabe decir que la investigación sobre el comercio exterior mexicanos nos muestra cual es el papel que el país desempeña en la división internacional del trabajo, ya que un relativamente la mayoría de nuestras exportaciones están relacionadas con el petróleo, mientras la mayoría de nuestras importaciones están conectadas a nuestro papel como país maquilador, ya que son piezas de productos que exportamos posteriormente.
Por ello debemos tomar ventaja de nuestros múltiples acuerdos comerciales y potenciarlos a fin de diversificar nuestros destinos de exportaciones e importaciones, ya que el comercio exterior es parte importante de la política exterior de un país, y con ello de las relaciones internacionales.
La relación con la economía internacionl radica en el valor que ocupan las teorías del comercio internacional para explicar la realidad de México.
De igual forma, queremos recalcar el auge reciente de carreras técnicas como la licenciatura en Comercio Internacional que pretende sustituir en parte a la licenciatura de Relaciones Internacionales.
Considero que la presencia que México pueda proyectar en el mundo en los próximos años tendrá mucho que ver con la forma en que logre diversificar su comercio exterior en cuanto a productos y en cuanto a países, ya que debe ser visto como una de las herramienta para el desarrollo.

"El comercio mezcla a los hombres, pero no los une".

Hemerografía:
  • Comercio exterior de México por zonas neoeconómicas y principales países. Enero-diciembre”, pp. 430-431 en Comercio Exterior. Revista de análisis económico y social. Ed. Banco Nacional de Comercio Exterior, Vol. 57, Número 5, mayo de 2007, México, 2007.

Ciberografía:

--------------------------------------

Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El comercio exterior de México: el reto de la diversificación comercial", en "El Nexo", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 01 de febrero de 2008.