sábado, 11 de abril de 2009

Ratzel en México: su influencia en la configuración de un proyecto nacional

Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen con ellas”.
Werner Karl Heisenberg


Patricia Gómez pretende adentrarnos en el estudio de un tema del que poco se ha hablado, la presencia de Ratzel en las ideas de la geopolítica mexicana, y de le geografía en general.

Los trabajos de Ratzel, entre las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX, sirvieron de base para legitimar la expansión del proyecto expansionista de Bismarck, sin embargo, se desconoce la influencia que esas ideas impactaron en México.


Ratzel viajó en 1874 por el país, recorriendo en un año los principales estados de la región centro y sur, lo que produjo el libro Aus Mexico, que lejos de aportar elementos científicos, resultó ser una bitácora de viaje. Sin embargo, salvo algunas ciudades, el resto de México le pareció poco atractivo, por lo deficiente de sus vías de comunicación, y lo atrasado que había quedado el país tras la independencia, sobre todo en contraste con otros lugares en América que visitó, como los Estados Unidos, del cual quedó maravillado.
Friedrich Ratzel

Es hasta 1901, que Ratzel comienza a ser tomado en cuenta, promovido por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, y sobre todo, en la segunda década del siglo XX con la fundación de la Escuela Internacional de Antropología y Etnología Americana, sumado al interés que despertó la Primera Guerra Mundial.

Son varios los introductores de las ideas ratzelianas, como Jesús Galindo y Villa, Enrique Schulz y Osorio Mondragón, que explica la génesis y evolución de los Estados con base en las características físicas del territorio, la densidad de población y la vecindad con otros Estados.

Es durante las dos primeras décadas del siglo XX, con la caída de la dictadura porfiriana, y la Revolución Mexicana, que surgieron varios trabajos que intentaban aportar propuestas para la reconstrucción del Estado nacional, estudiando los grandes problemas del país, reconsiderando al territorio como el elemento clave para el desarrollo económico.


Se retomaron las observaciones de Ratzel para apuntar la estratégica posición geográfica de México, ya que esta situada entre dos océanos, tiene vecindad con Estados Unidos, y se ubica en el centro de América, lo que la llama a convertirse en una potencia marítima y mercantil, sobre todo tras la conclusión de ferrocarril interoceánico de Tehuantepec, de allí que la política exterior, según Molina Enríquez (1909), debía ser en tres planos: Continental, ístmica y vecinal.



El mismo Molina, consideraba que México contaba con su propio espacio vital, y este se encontraba en la Antiplanicie central y una parte del sur, ya que aquí era donde se cultivan los cereales como el trigo y el maíz, cuya producción servía para abastecer a todo el país, y que tarde o temprano, iría incorporando a los espacios improductivos del norte.

En conclusión, las ideas de Ratzel ayudaron a consolidar la escuela de geografía mexicana, y aportaron elementos de análisis que se integrarían a la construcción de un proyecto nacional postrevolucionario, en el que el territorio jugaría un papel muy importante.

Fuentes de información:

Hemerografía: Gómez Rey, Patricia. “La asimilación de las ideas de Ratzel y la nueva visión del territorio mexicano”, en Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, núm. 218, 01 de agosto de 2006.
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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Ratzel en México: su influencia en la configuración de un proyecto nacional", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 11 de abril de 2009.