jueves, 1 de mayo de 2008

Breve historia de la política exterior mexicana: 1940-1982

Una veladora para San México

Al terminar la década de 1930 México había cambiado en lo interno, pero también en sus relaciones hacia el exterior, sin embargo, parecía que el país se había convertido, en buena medida, en el santo patrono de las causas perdidas, en parte porque actuaba de manera unilateral en los foros multilaterales ya que sus protestas en la Sociedad de Naciones ante diversas circunstancias como la invasión italiana a Etiopía, la japonesa a Manchuria y la caída de la República española carecieron de apoyos en el seno de la Organización y de una completa falta de sincronía con otros Estados miembros.

México: tú si juegas

Para la década de 1940, la situación del país en el escenario internacional cambió abiertamente, ya que para 1942, con la entrada de México a la Segunda Guerra Mundial se había concretado una nueva etapa en el orden internacional, en el que el país desempeñaría un papel fundamental. Su relación con los Estados Unidos se estrechó, y comenzó así una época de amistad entre los dos países, en el que el vecino del norte se convertiría el centro de la nueva política exterior mexicana (obsérvese aquí el Programa brasero de 1942, el Acuerdo Comercial del mismo año y Tratado de Límites y agua de 1944).

México también recibía un nuevo trato en los organismos internacionales, si bien su participación en la Sociedad de Naciones fue tardía ya que entró a ella mucho tiempo después de fundada, ahora sería un miembro fundador de la nueva estructura internacional en torno a la Organización de las Naciones Unidas en 1945.

Tres años más tarde, el país también participaría activamente en la construcción de una nuevo orden regional alrededor de la Organización de los Estados Americanos.

El Estado mexicano, ahora empezaría a valerse de los foros multilaterales para lograr sus objetivos de política exterior, para ello, los principios de la misma serían muy claros: Defensa de la soberanía, promoción al desarrollo, pasividad, cautela, aislacionismo, nacionalismo, apoyo a movimientos sociales, autodeterminación, no intervención y apego al derecho internacional. Era claro que el país utilizaba estos nuevos espacios y principios para mantener un equilibrio y asegurar su capacidad de maniobra frente a los Estados Unidos, su relación más importante.
Dentro de la OEA, el país llevó a cabo una exitosa campaña para incluir la no intervención como un pilar de la organización, lo que limitó el papel de Estados Unidos que buscaba utilizarla como una herramienta de combate al comunismo. De igual forma, se dio apoyo a la Revolución cubana, aún cuando los Estados Unidos se aferraron a la idea de expulsar a la isla de la OEA.
En la ONU, México participó activamente en su constitución y en los temas de la agenda internacional, asumió un cargo en el Consejo de Seguridad en 1946, promovió la descolonización a través del Consejo de Administración Fiduciaria, y del apoyo a movimientos como la SWAPO en Namibia, igualmente, alentó el desarme a través de la Comisión de Desarme de la ONU, en la que participaría Alfonso García Robles (ganador del premio Nobel de 1982).
La política exterior mexicana en el periodo 1940-1970 no presentó grandes cambios, por una parte se basó en el aislacionismo, en el cuidado de la relación con Estados Unidos, en la búsqueda de inversiones extranjeras, en el proyecto de modernización y en la conciliación de los grupos internos. Durante el gobierno de López “Paseos” (llamado así por sus frecuentes viajes al extranjero), se intentó diversificar un poco más las relaciones comerciales y diplomáticas con otros países, se intensificó el diálogo con el Movimiento de los Países No Alineados (Nehru, presidente de la India, viaja a México en 1961) y se apoyó a la Revolución cubana, contraria a los intereses estadounidenses, se funda, asimismo, en 1964 el Grupo de los 77. Sin embargo, no se rompió la línea que llevaba la política exterior, ya que su sucesor Díaz Ordaz regresó a la vieja estrategia caracterizada en una mayor pasividad, a pesar del Tratado de Tlatelolco de 1967, donde el país fue un protagonista claro.

Nosotros los pobres y ustedes los ricos

La década de 1960 había llegado a su fin, los años 1970 parecían a simple vista no representar un cambio hacia el exterior, pero lo que nadie sabía es que estaba a punto de ocurrir todo lo contrario. Con la llegada al poder de Luis Echeverría, la política exterior experimentaría profundos cambios, por un parte, la relación con los Estados Unidos no se convirtió en la única prioridad de la agenda, se diversificaron aún más las relaciones con otros países, hubo un acercamiento a los países de la esfera socialista (se restablecen relaciones con República Democrática de Vietnam, República democrática de Alemania, Albania, etc. ) y con China en 1972, México se convierte en un país observador del Movimiento de los No Alineados, se apoya al gobierno de Salvador Allende en Chile y de Fidel Castro en Cuba, las políticas se orientan a un mayor activismo, y se inclina a su vez el gobierno por una línea de apoyo tercermundista.
En el plano de los organismos multilaterales, México asume la presidencia del Grupo de los 77 en 1974 dedicado a crear un bloque de presión en la ONU, se propone la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados que defendía la posición de los países del Tercer Mundo, mientras que en lo regional el país es miembro fundador del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) en 1975.

Petróleo: ¿bendita maldición o maldita bendición?

Para inicios de 1976, con López Portillo, la activa e independiente política exterior mexicana experimenta un nuevo viraje, el país estaba en una crisis económica que le impide llevar a cabo un mayor protagonismo en el escenario internacional y se ve obligado a dar marcha atrás en algunas estrategias claves como la política del tercermundismo.
Para 1979, la situación cambia drásticamente, ya que los grandes hallazgos petroleros le permiten a México regresar e incluso incrementar su activismo hacia el exterior, sobre todo en la región centroamericana, donde apoya al Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1979 que más tarde derrocaría al gobierno de Somoza en Nicaragua, tiene un mayor acercamiento a Cuba, incluso Fidel Castro visita México en 1979, crea junto a Venezuela el Acuerdo de San José en 1980 para abastecer de petróleo a Centroamérica, se lleva a cabo la Cumbre de Cancún en 1981 reafirmando una diálogo Norte-Sur y se concretan más viajes a países socialistas como la URSS.
En lo multilateral, se promueve el Plan Mundial de Energía, con el cual se pretendía un uso más racional de los hidrocarburos como parte de la propuesta de un nuevo orden económico internacional, y se asume en 1980 un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El balance de las cuentas de la cosa existencial

Aún cuando no podemos hablar de una solo política exterior en los años 1940-1970, los diversos virajes que cada gobierno daba no representaban un cambio radical, ya que todos ellos se basaban en lo multilateral, en la pasividad, en la defensa del derecho internacional, en la no intervención y en el nacionalismo, sin embargo, la situación cambia totalmente con Echeverría, ya que si bien se continua con una política multilateral, se aboga por un mayor activismo y por la defensa de los países tercermundistas, el presidente realiza un mayor número de viajes al exterior (no por nada el “Loco” Valdés fue vetado de la televisión por un tiempo al decir -refiriéndose a Echeverría-: “Lana sube, lana baja, y el pelón que siempre viaja”). Por su parte, López Portillo, quien en un principio vuelve a los viejos esquemas, para 1979 regresa a la política activista tras el descubrimiento del enorme poder petrolero que el país tenía.
Como se ha visto, estos dos periodos 1940-1970 y 1970-1982 representan dos posiciones y dos maneras distintas de hacer política exterior, cada uno logró hasta cierto punto sus objetivos, pero sin duda, ambos permitieron a México a conocer los dos lados de la moneda.
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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Breve historia de la política exterior mexicana: 1940-1982", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 01 de mayo de 2008.

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