sábado, 17 de mayo de 2008

Agenda setting: el imperativo informativo de una generación

La Agenda setting o configuración de la agenda es una característica que ha experimentado un fortalecimiento en la era de la Sociedad de la Información, ya que los medios de comunicación masiva desempeñan un papel central en la vida de las sociedades. Este concepto se construye con base en una teoría: los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre la audiencia al establecer que noticias tienen una importancia mayor y que temas deben excluirse de la agenda, de esta forma, los contenidos que los medios designan se convierten en los asuntos de debate social, y los que se marginan simplemente no existen para el imaginario colectivo[1].

En México esto se hace aún más patente ante la excesiva concentración de varios de los medios de comunicación en pocas manos, baste con citar a Televisa y Tv Azteca, que no sólo dominan la mayoría de los canales de televisión, sino que cuentan con un gran número de estaciones de radio[2], lo que implica el basto poder que tienen para fijar la agenda informativa en el país, sobre todo si acuerdan sincronizar sus contenidos, como ocurrió cuando ambas compañías se unieron para atacar al empresario Saba, argumentando que contaba con un monopolio farmacéutico, aunque la verdadera causa era la intención que este sujeto tenía de participar en la construcción de una nueva cadena televisiva con el apoyo de la empresa estadounidense General Electric. Otras alianzas que han establecido se han materializado en el apoyo a la llamada Ley Televisa en (abril de 2006), que las beneficiaba, puesto que les permitía usar el espectro digital de frecuencia a las televisoras privadas sin pagar nada por su uso, también debemos recordar la campaña que hicieron en contra de la reciente Ley Electoral (enero de 2008), que les perjudica, puesto que asigna tiempos oficiales a los partidos políticos con el que acceden a espacios televisivos y radiofónicos sin tener que pagar nada por ellos. En todos los casos anteriores, este duopolio estableció la agenda de discusión y los temas que tenían que abordar los políticos y el público en general.

No bastando con lo anterior, estas televisoras también se enfocan en crear programas donde se discuten los temas de la semana, las noticias más relevantes, y hasta fijan los asuntos que discutirán los próximos días, y me refiero, en especial, a Tercer Grado, un programa hecho por Televisa, donde los principales conductores de noticieros se sientan a conversar sobre las noticias que a lo largo de la semana nos vienen contando en sus espacios informativos[3].

El concepto de Agenda setting, que como ya vimos, muestra la fuerte correlación que existe entre el énfasis que los medios masivos de comunicación le dan a ciertos temas y la importancia que le atribuyen a los mismos, no es en realidad el único término al que podría referirme, de hecho, existen otros como Priming y Framing, el primero se refiere al acondicionamiento que se hace de los temas ya fijados en la agenda, es decir, se refiere a los cambios en los estándares que la gente usa para hacer evaluaciones, principalmente políticas, lo que ocurre cuando el contenido informativo sugiere a la audiencia que tienen que usar específicos rasgos o características como punto de referencia para evaluar el desempeño de sus líderes. Framing, por su parte, se basa en el supuesto de que la manera en como son caracterizados los temas en las noticias puede tener cierta influencia en como son entendidos por la sociedad, es decir, manipulan la información para orientar la discusión a su gusto[4].

En la Sociedad de la Información, en la que nos encontramos tan inmersos, resulta difícil, sino es que prácticamente imposible, abstraerse de lo que se discute en los medios masivos de comunicación, sin embargo, en la actualidad, también surgen nuevas formas de hacerle frente a esa “Espiral del silencio”, es decir, a la marginación del debate público de los temas minoritarios, sobre todo a través de medios de información como el Internet, donde los blogs permiten analizar temas que a menudo no vemos en otros medios, lo que puede ayudar a la sociedad civil a construir su propia agenda con base en una gran diversidad de temas[5]. Aunque si bien, el Internet no es todavía una herramienta con la que cuente la mayoría de los individuos, su difusión y rápido crecimiento permiten fortalecer la esperanza de lograr una nueva agenda informativa social.
¡FELIZ DÍA DEL INTERNET!.

[1] Wikipedia. “Teoría de la agenda setting”, en http://es.wikipedia.org/wiki/Agenda-setting. 28 de abril de 2008.

[2]Datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes indican que en México existen 457 estaciones concesionadas para servicios de televisión abierta, de las cuales 382 operan en frecuencias VHF (siglas en inglés de Muy Alta Frecuencia), que pueden captar todos los televisores, y 75 en la banda de UHF (siglas en inglés de Ultra Alta Frecuencia). El Grupo Televisa cuenta con 243 estaciones para transmitir cuatro canales con cobertura nacional o regional. Televisión Azteca detenta 179 estaciones para transmitir dos canales de cobertura nacional; Canal 11 tiene 18 estaciones y, con 40 estaciones cada uno están los canales 22, 28 y 40, este último también asociado a Azteca”. Véase González Amador, Roberto. “Televisa y Tv Azteca, aliadas para bloquear a nuevos competidores”, en La Jornada, http://www.jornada.unam.mx/2006/12/13/index.php?section=economia&article=028n1eco. Miércoles 13 de diciembre de 2006.

[3] Para conocer un poco más sobre este programa, léase: Zepeda Partterson, Jorge. “Tercer Grado o la agenda política de Televisa”, 20 de octubre de 2006, en jorgezepeda.net, http://www.jorgezepeda.net/20-10-2006/tercer-grado-o-la-agenda-politica-de-televisa/.

[4] Scheufele, Dietram y Tewksbury, David. “Framing, Agenda Setting, and Priming: The Evolution of Three Media Effects Models”, en Journal of Communication, Vol. 57 (1) ,pp. 9–20, Marzo de 2007, en http://www.blackwell-synergy.com/doi/full/10.1111/j.1460-2466.2006.00326.x.

[5] Para conocer más sobre esta visión, véase, Castaño Silva, Francisco Luis. “La Sociedad de la Información, ¿peligra o se fortalece?”, 21 de marzo de 2007, en Bottup, http://www.bottup.com/index.php?option=com_content&task=view&id=569&Itemid=32.
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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Agenda setting: el imperativo informativo de una generación", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 17 de mayo de 2008.

jueves, 1 de mayo de 2008

Breve historia de la política exterior mexicana: 1940-1982

Una veladora para San México

Al terminar la década de 1930 México había cambiado en lo interno, pero también en sus relaciones hacia el exterior, sin embargo, parecía que el país se había convertido, en buena medida, en el santo patrono de las causas perdidas, en parte porque actuaba de manera unilateral en los foros multilaterales ya que sus protestas en la Sociedad de Naciones ante diversas circunstancias como la invasión italiana a Etiopía, la japonesa a Manchuria y la caída de la República española carecieron de apoyos en el seno de la Organización y de una completa falta de sincronía con otros Estados miembros.

México: tú si juegas

Para la década de 1940, la situación del país en el escenario internacional cambió abiertamente, ya que para 1942, con la entrada de México a la Segunda Guerra Mundial se había concretado una nueva etapa en el orden internacional, en el que el país desempeñaría un papel fundamental. Su relación con los Estados Unidos se estrechó, y comenzó así una época de amistad entre los dos países, en el que el vecino del norte se convertiría el centro de la nueva política exterior mexicana (obsérvese aquí el Programa brasero de 1942, el Acuerdo Comercial del mismo año y Tratado de Límites y agua de 1944).

México también recibía un nuevo trato en los organismos internacionales, si bien su participación en la Sociedad de Naciones fue tardía ya que entró a ella mucho tiempo después de fundada, ahora sería un miembro fundador de la nueva estructura internacional en torno a la Organización de las Naciones Unidas en 1945.

Tres años más tarde, el país también participaría activamente en la construcción de una nuevo orden regional alrededor de la Organización de los Estados Americanos.

El Estado mexicano, ahora empezaría a valerse de los foros multilaterales para lograr sus objetivos de política exterior, para ello, los principios de la misma serían muy claros: Defensa de la soberanía, promoción al desarrollo, pasividad, cautela, aislacionismo, nacionalismo, apoyo a movimientos sociales, autodeterminación, no intervención y apego al derecho internacional. Era claro que el país utilizaba estos nuevos espacios y principios para mantener un equilibrio y asegurar su capacidad de maniobra frente a los Estados Unidos, su relación más importante.
Dentro de la OEA, el país llevó a cabo una exitosa campaña para incluir la no intervención como un pilar de la organización, lo que limitó el papel de Estados Unidos que buscaba utilizarla como una herramienta de combate al comunismo. De igual forma, se dio apoyo a la Revolución cubana, aún cuando los Estados Unidos se aferraron a la idea de expulsar a la isla de la OEA.
En la ONU, México participó activamente en su constitución y en los temas de la agenda internacional, asumió un cargo en el Consejo de Seguridad en 1946, promovió la descolonización a través del Consejo de Administración Fiduciaria, y del apoyo a movimientos como la SWAPO en Namibia, igualmente, alentó el desarme a través de la Comisión de Desarme de la ONU, en la que participaría Alfonso García Robles (ganador del premio Nobel de 1982).
La política exterior mexicana en el periodo 1940-1970 no presentó grandes cambios, por una parte se basó en el aislacionismo, en el cuidado de la relación con Estados Unidos, en la búsqueda de inversiones extranjeras, en el proyecto de modernización y en la conciliación de los grupos internos. Durante el gobierno de López “Paseos” (llamado así por sus frecuentes viajes al extranjero), se intentó diversificar un poco más las relaciones comerciales y diplomáticas con otros países, se intensificó el diálogo con el Movimiento de los Países No Alineados (Nehru, presidente de la India, viaja a México en 1961) y se apoyó a la Revolución cubana, contraria a los intereses estadounidenses, se funda, asimismo, en 1964 el Grupo de los 77. Sin embargo, no se rompió la línea que llevaba la política exterior, ya que su sucesor Díaz Ordaz regresó a la vieja estrategia caracterizada en una mayor pasividad, a pesar del Tratado de Tlatelolco de 1967, donde el país fue un protagonista claro.

Nosotros los pobres y ustedes los ricos

La década de 1960 había llegado a su fin, los años 1970 parecían a simple vista no representar un cambio hacia el exterior, pero lo que nadie sabía es que estaba a punto de ocurrir todo lo contrario. Con la llegada al poder de Luis Echeverría, la política exterior experimentaría profundos cambios, por un parte, la relación con los Estados Unidos no se convirtió en la única prioridad de la agenda, se diversificaron aún más las relaciones con otros países, hubo un acercamiento a los países de la esfera socialista (se restablecen relaciones con República Democrática de Vietnam, República democrática de Alemania, Albania, etc. ) y con China en 1972, México se convierte en un país observador del Movimiento de los No Alineados, se apoya al gobierno de Salvador Allende en Chile y de Fidel Castro en Cuba, las políticas se orientan a un mayor activismo, y se inclina a su vez el gobierno por una línea de apoyo tercermundista.
En el plano de los organismos multilaterales, México asume la presidencia del Grupo de los 77 en 1974 dedicado a crear un bloque de presión en la ONU, se propone la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados que defendía la posición de los países del Tercer Mundo, mientras que en lo regional el país es miembro fundador del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) en 1975.

Petróleo: ¿bendita maldición o maldita bendición?

Para inicios de 1976, con López Portillo, la activa e independiente política exterior mexicana experimenta un nuevo viraje, el país estaba en una crisis económica que le impide llevar a cabo un mayor protagonismo en el escenario internacional y se ve obligado a dar marcha atrás en algunas estrategias claves como la política del tercermundismo.
Para 1979, la situación cambia drásticamente, ya que los grandes hallazgos petroleros le permiten a México regresar e incluso incrementar su activismo hacia el exterior, sobre todo en la región centroamericana, donde apoya al Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1979 que más tarde derrocaría al gobierno de Somoza en Nicaragua, tiene un mayor acercamiento a Cuba, incluso Fidel Castro visita México en 1979, crea junto a Venezuela el Acuerdo de San José en 1980 para abastecer de petróleo a Centroamérica, se lleva a cabo la Cumbre de Cancún en 1981 reafirmando una diálogo Norte-Sur y se concretan más viajes a países socialistas como la URSS.
En lo multilateral, se promueve el Plan Mundial de Energía, con el cual se pretendía un uso más racional de los hidrocarburos como parte de la propuesta de un nuevo orden económico internacional, y se asume en 1980 un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El balance de las cuentas de la cosa existencial

Aún cuando no podemos hablar de una solo política exterior en los años 1940-1970, los diversos virajes que cada gobierno daba no representaban un cambio radical, ya que todos ellos se basaban en lo multilateral, en la pasividad, en la defensa del derecho internacional, en la no intervención y en el nacionalismo, sin embargo, la situación cambia totalmente con Echeverría, ya que si bien se continua con una política multilateral, se aboga por un mayor activismo y por la defensa de los países tercermundistas, el presidente realiza un mayor número de viajes al exterior (no por nada el “Loco” Valdés fue vetado de la televisión por un tiempo al decir -refiriéndose a Echeverría-: “Lana sube, lana baja, y el pelón que siempre viaja”). Por su parte, López Portillo, quien en un principio vuelve a los viejos esquemas, para 1979 regresa a la política activista tras el descubrimiento del enorme poder petrolero que el país tenía.
Como se ha visto, estos dos periodos 1940-1970 y 1970-1982 representan dos posiciones y dos maneras distintas de hacer política exterior, cada uno logró hasta cierto punto sus objetivos, pero sin duda, ambos permitieron a México a conocer los dos lados de la moneda.
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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Breve historia de la política exterior mexicana: 1940-1982", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 01 de mayo de 2008.