miércoles, 29 de diciembre de 2010

Wikileaks: donde nacen los icebergs

Me gustaría resaltar la opinión de Hernán Gómez Bruera en El Universal el sábado 11 de diciembre de 2010, en la que señala una conversación de Julian Assange. The Guardian, un periódico inglés, mantuvo un diálogo abierto entre los lectores y el fundador de Wikileaks, en el que respondió las preguntas que los lectores lanzaban.

Bueno, pues hubo un comentario, que a vista de este articulista no fue contestado abiertamente. El comentario era de un británico que decía que colaboró como diplomático en acciones que buscaban acabar con un régimen brutal en los Balcanes y que trabajó para imputarle sanciones a ese Estado, en donde había limpieza étnica y, al mismo tiempo, negoció la condonación de la deuda de una nación empobrecida, dice que ninguno de estos trabajos hubiera sido posible sino se hubiera mantenido la secrecía de la correspondencia diplomática.

Para él las embajadas que no pueden ofrecer consejos de manera segura o enviar mensajes son simplemente inoperantes. La diplomacia no puede operar sin la discreción y protección de las fuentes de información. Nos comenta que publicar este masivo envío de correspondencia de Wikileaks no está resaltando casos específicos, sino socavando el proceso diplomático por completo y termina preguntándole: ¿La próxima vez que una crisis internacional no logre ser resulta por que los diplomáticos no pueden actuar, podemos señalarlo a usted personalmente responsable?.

Assange contestó simplemente diciendo: “si usted limita su extenso editorial a un pregunta concreta tendré el mayor agrado en contestarle”…. Hernán Gómez continúa diciendo que para los sectores más progresistas y defensores de la libertad de la información y la transparencia en varios puntos del planeta, las filtraciones de Wikileaks han sido un celebración, y considerado un paso importante para saber que hacen nuestros gobiernos y como lo hacen. Él se pregunta entonces si la divulgación de estos 250,000 comunicados se justifica plenamente, cuando la mayor parte de los casos no está revelando crimenes de lesa humanidad, casos de violación de derechos humanos o cosas que deban ser investigadas.


Si bien afirmar que la filtración de estos cables representa riesgos de muertes para soldados o agentes estadounidenses, como lo planteó el Departamento de Estado, es una exageración, la filtración masiva de documentos gubernamentales si puede alterar el funcionamiento de instituciones que están destinadas a cumplir un papel importante. Pensemos, por ejemplo, en que las vías diplomáticas para la solución de conflictos sean descreditadas por completo. ¿Es realmente este un objetivo deseable?, nos pregunta el autor, ¿el derecho de la información está por encima de todo?.

Las razones que hoy, aparentemente, justifican violaciones a la privacidad mañana podrían ser usadas contra los partidarios de la causa de Assange. Seamos portadores del bien, no precursores del mal. El derecho a intercambiar información de forma protegida es un bien que debe ser preservado y solo vulnerado en casos que lo justifiquen plenamente.

Coincido en buena parte con el artículo, creo que el contenido de los Wikileaks fue superficial, ¿en qué cambió la política internacional?. Acaso esto significa una presión extra a los gobiernos para verse obligados a liberar más información en sus comunicaciones diplomáticas?, Creo que lejos de eso en realidad de van a aumentar los candados de seguridad a los mismos.


Además, creo que al igual que en las relaciones personales, en las relaciones bilaterales y multilaterales entre Estados es sano que existan secretos diplomáticos, me quedo con la frase del novelista francés André Maurois que decía: “sinceridad no es decir lo que se piensa todo el tiempo, sino nunca decir lo contrario”, en ese sentido la relación entre Estados debe ir por ese camino. Tiene que haber sinceridad, sí, voluntad de cooperación, sí, pero eso no quiere decir que vamos a ventilar todo lo que pensamos del otro Estado. ¿Nos importaba en el algo saber que opinaba Hillary Clinton sobre la salud mental de Cristina Kirchner o sobre la cautela de Angela Merker?, ¿eso cambia en algo la política exterior de los Estados?...

Desde este punto de vista parecería ser más un golpe anarquista que un intento por una mayor transparencia en la comunicación de los Estados con sus ciudadanos. Se justifica, creo yo, la liberación de información y es deseable que haya infiltraciones en la información gubernamental cuando atenta contra los individuos y sus derechos, y no cuando solo revelan información confidencial e innecesaria a todas luces.

Resulta poco recomendable limitar esta filtración de información a un solo hombre, marginar el mensaje por hablar del mensajero, por eso no pongo a Assange como el centro del debate, ni héroe ni villano, como dice la canción de Vikki Carr: “..ni princesa ni esclava, simplemente mujer..”, pues de igual forma él tampoco es ni héroe ni villano, sino simplemente un ciudadano con acceso a la información que la divulgó, condenable o no, debemos mejor preguntarnos, y lo hago desde un punto de vista pragmático, ¿para qué liberar la información? y ¿por qué liberarla?, ¿valía la pena hacerlo?, ¿en qué beneficia a la sociedad internacional esto?, a pesar del escándalo mediático, no creo que redunde en un extra para la libertad de la información y la transparencia, así como tampoco para la diplomacia.


Las primeras filtraciones que Wikileaks liberó en julio y en octubre de 2010 relativas a la Guerra de Afganistán e Irak evidenció la violación sistemática de los derechos humanos, del derecho humanitario y de la libertad de expresión, señalando las atrocidades cometidas por soldados estadounidenses. Aunque el escándalo fue menor, la revelación fue, a todas luces, más significativa que la generada por el “Cablegate”. Quizá, esa ruta no solo hubiera sido más segura para la permanencia del sitio, sino también para encumbrar a la sociedad civil como un poder más, o al menos, como un ente mucho menos pasivo de lo que es.

No me detengo a observarlo desde un punto moralista y dicotómico concluyendo si fue bueno o malo, creo que en el futuro serán más recurrentes las infiltraciones gubernamentales, incluso, recientemente se anunció la creación un nuevo sitio llamado Openleaks, creado por un antiguo colaborador de Wikileaks, ahora lo que nosotros tenemos que empezar a demandarle a estos sitios es que la información que se libere en realidad ayude a una transformación social, que tenga implicaciones serias para las relaciones internacionales, que revele crímenes contra la humanidad, que ponga en evidencia la comunicación gubernamental que afecta a los ciudadanos y que no se convierta en desprestigio para el resto de la información.

Resulta común en el argot popular decir que apenas conocemos la punta del iceberg cuando teneos escasa información sobre algún objeto de estudio, pero ahora que Wikileaks ha sacado notas completas que ponen al descubierto muchos detalles creo que debemos preguntarnos: ¿qué hacer con el iceberg cuando ya lo conocemos todo?... pareciera ser lo más lógico el pasar a la acción, de ahí que debamos exigir la información adecuada y construir los análisis certeros para dotar a la sociedad de herramientas de combate contra las injusticias.


Fuentes de información:

Ignacio Torreblanca, José. “Wikileaks acaba con la diplomacia clásica”, en El País, 29 de Noviembre de 2010. Versión electrónica en: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Wikileaks/acaba/diplomacia/clasica/elpepuint/20101129elpepuint_41/Tes

• Gómez Bruera, Hernán. “Lo que no respondió Assange”, en El Universal, 11 de diciembre de 2010. Versión electrónica en: http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/50934.html


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Wikileaks: donde nacen los icebergs" , en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 29 de diciembre de 2010

lunes, 29 de noviembre de 2010

Las Relaciones Internacionales en un mundo en transformación

Introducción

En el presente texto se pretende explicar y analizar el desarrollo de las relaciones internacionales, los enfoques desde los cuales ha sido estudiada y comprendida, y observar el contexto en el cual ocurren los grandes cambios teóricos de esta materia de estudio.

También serán mencionados los grandes retos que ahora debe enfrentar el estudio de las relaciones internacionales en los años por venir.

Desarrollo

A lo largo del tiempo, las relaciones internacionales han cambiado, debido no sólo a la dinámica misma de su naturaleza, sino también a su vinculación con otros campos del conocimiento, que a su vez han sido enriquecedores de esta disciplina, y recíprocamente enriquecidos por la misma.

Si bien la sociedad internacional ha cambiado conforme avanza el tiempo, en 1648, con la Paz de Westfalia, ya podemos ubicar la sociedad internacional que nos precede, la cual no mostró tan grandes cambios, a través de los años, como si lo hizo la comunidad internacional tras el fin de la Guerra Fría, y que ocasionó una gran convulsión en el mundo analítico de las relaciones internacionales, ya que la vieja sociedad internacional cambiaba de reglas, por lo que se necesitaba un reajuste de las teorías, para dar una mejor comprensión de este nuevo mundo.

Las Relaciones Internacionales empezaron a demandar elementos como: la ética, el materialismo histórico-científico, la historia como elemento central, la adopción de enfoques sociológicos, económicos y de género, entre otros, que fomentaran una reformulación de la percepción de lo “internacional”, imagen misma que debía ser complementada con las tres formas de interacción mundial: las relaciones entre Estados, las relaciones no estatales o “transnacionales”, y las relaciones entre los Estados y las sociedades, desde un punto de vista sistémico.

Cabe mencionar que se han presentado dos maneras erróneas de abordar el estudio del sistema internacional, la primera, la negación, es decir, el periodo en el cual se concebía el mundo como un conjunto de Estados, naciones y sociedades separadas y aisladas entre sí, y la segunda, la exageración, en el cual se desplaza y rechaza categóricamente cualquier tema nacional, por enfocarse únicamente en lo internacional.

Otro problema es la manera como utilizamos el término relaciones internacionales, no para designar la relación entre las naciones, en toda la extensión de la palabra, sino para nombrar las relaciones entre los gobiernos de los países, dejando de lado a las poblaciones nacionales. Posiblemente este error creció o incluso se formó desde el momento mismo en que empezó el estudio de las Relaciones Internacionales de manera formal, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, ya que se centró el análisis en los factores que causan la guerra y en los medios para impedir su estallido.

Las Relaciones Internacionales habían sido dominadas por el realismo, el cual empezó a ser cuestionado en los años sesenta, con la entrada del behaviorismo, que resultó ser un fracaso, entre otros elementos por el surgimiento del neorrealismo, variante del realismo, sin embargo, el realismo perdió el monopolio intelectual en el estudio de las Relaciones Internacionales debido a la importación de elementos del behaviorismo, como el análisis de políticas exteriores, la interdependencia y la economía política internacional.

Otra corriente del pensamiento que surgió con fuerza en los años setenta y ochenta fue el marxismo, el cual se adentro en los temas del subdesarrollo. Más reciente ha sido el surgimiento del feminismo como corriente crítica en las Relacione Internacionales, que ha abogado porque las cuestiones de género adquieran mayor importancia.

Finalmente, cabe mencionar la creciente necesidad de reformular el término “lo internacional”, ya que este concepto no sólo abarca “lo que esta allá fuera”, sino que también incluye los elementos internos de un Estado, puesto que lo internacional desempeña un papel importante en la configuración, el surgimiento del Estado y el sistema político, y viceversa, lo nacional desempeña un papel importante en la reconfiguración del orden internacional.

Conclusiones

Es indispensable comprender la importancia que implica la evolución de los estudios de las relaciones internacionales, además de buscar las bases de “mitos” tales como la percepción que se tiene de “lo internacional”.

Sin duda alguna, y debido a la gran dinámica de las relaciones internacionales, la disciplina está en constante renovación, pues solo por citar, faltaría asomarnos más en el papel que ahora juegan las transnacionales o las organizaciones civiles, no sólo en la vida nacional, sino también en lo internacional, y también en cuales teorías o ramas del conocimiento pueden ser útiles para darnos un mejor enfoque de lo que ocurre en el mundo actual.

Debido a que las relaciones internacionales están siempre sumergidas en la constante lucha de poder entre los gobiernos más que entre los Estados, es necesario que se analice de la mejor manera posible esa dinámica, buscando la forma de lograr el surgimiento de una nueva corriente filosófica-crítica que no sólo explique el juego de las relaciones internacionales, sino que también ayude a crear un mejor equilibrio en el desenvolvimiento de las relaciones entre los Estados, ya que como decía Montesquieu: “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder”, y que mejor que comprendiendo bien al poder y su papel en las relaciones internacionales.


Bibliografía: Halliday, Fred, Las relaciones internacionales en un mundo en transformación, Editorial Catarata, Madrid, España, 2002.


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Las Relaciones Internacionales en un mundo en transformación", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 29 de noviembre de 2010

sábado, 30 de octubre de 2010

Europa después de la segunda guerra mundial, 1945-1982

Introducción

En el presente texto se pretende explicar y analizar la formación de los bloques en la Europa posterior a la segunda guerra mundial. Observando con claridad, la lucha en el “inframundo” entre la Unión Soviética y los Estados Unidos por ganar áreas de influencia, y golpearse una a la otra, utilizando a Europa como un “campo de batalla político”, y un posible trampolín de sus aspiraciones.

Desarrollo

Tras el fin de la segunda guerra mundial, los dos únicos claros ganadores eran la Unión Soviética (pese al gran número de muertes en sus filas) y los Estados Unidos (a pesar de los enormes gastos monetarios que realizó). Estas dos naciones, habían obtenido gran peso en la política internacional, y una gran influencia en el continente europeo.

Europa quedó devastada tras esta guerra, perdiendo no sólo importante infraestructura, sino muchas vidas humanas, lo que la llevaría a experimentar un retroceso gigantesco, en materia económica, industrial, agrícola y política, llegando a perder la mayoría de sus colonias.

Por fortuna, el bienestar de Europa pasó a ser un interés de las dos principales potencias, ya que a Estados Unidos le preocupaba tener un socio comercial que evitara una crisis de superproducción estadounidense, y a la Unión Soviética le importaba que Europa no cayera en manos de Estados Unidos. Debido a esto, Estados Unidos creó programas de ayuda económica, mientras que la Unión Soviética intentó ejercer influencia a través de los partidos comunistas.

A Europa se le presentaba una nueva oportunidad, la cual era servir como un agente de equilibrio entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, para ello la unificación debía empezar a contruirse con el fin de obtener más fuerza. Pero mientras esto ocurría, Estados Unidos temía que la Unión Soviética tuviera un ánimo expansionista sobre Europa, y contrariamente, la URSS temía un expansionismo capitalista estadounidense.

Para 1946, había surgido finalmente “un telón de acero” (como lo describiría Churchill) entre el Este y el Oeste.

Tras el fracasó de la unificación europea, surgió la idea de un bloque occidental, que adquirió más fuerza con la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en 1949, como un medio de protección militar, que evolucionó para convertirse en un instrumento defensivo.

En 1953, tras la muerte de Stalin, la política exterior de la URSS cambió, y pasó de ser una política “antioccidental” a una de “coexistencia pacífica” entre el Este y el Oeste.

Finalmente, en la década de los 50´s, con el florecimiento económico, Europa logró consolidarse en dos bloques, uno occidental, alineado alrededor de la OTAN, y otro bloque oriental, alineado alrededor del Pacto de Varsovia. Tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos habían asegurado sus áreas de influencia, y con ello, logrado un equilibrio relativo en Europa, que acabó dividida, y acotada en sus propios márgenes de acción política.

Conclusión

La “Guerra Fría”, como se le ha llamado, muestra el constante deseo de poder, y la lucha desgarradora entre los países, principalmente entre las dos superpotencias, por intentar imponerse al resto del mundo, y en este caso más que patente en el contexto europeo, que si bien fue un área clara en disputa, no fue la única, ya que también América Latina y el sureste asiático quedarían atrapados en el vórtice del caos bipolar.

La historia, esta caracterizada por el conjunto de momentos en que lo imposible o absurdo suele dominar, la Guerra Fría, la Europa post-bélica, y el antagonismo Estados Unidos-URSS, sólo muestran que este patrón se repite, dejando en manos de los países, o en su defecto, de unos cuantos líderes las políticas de conveniencia, orientadas no a mejorar el panorama, sino a no empeorarlo a través del posicionamiento de sus intereses.

Cabe decir, que Europa se tambaleó entre la decisión de ser “títere” de la Unión Soviética o de los Estados Unidos, del capitalismo o del socialismo, lo que se aprecia en aquella famosa opinión de Winston Churchill: “El defecto inherente del capitalismo es el reparto desigual del beneficio. El beneficio inherente del socialismo es el reparto equitativo de la miseria”.
¿Cuál es mejor?, ni Europa lo supo en su debido momento, por lo que cada mitad intentó un camino distinto.


Bibliografía: Benz, Wolfang, "El Siglo XX. Europa después de la segunda guerra mundial", en Historia Universal del Siglo XXI, Editorial Siglo XXI, México, 1996. Tomo I.


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Europa después de la segunda guerra mundial, 1945-1982", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 30 de octubre de 2010

martes, 31 de agosto de 2010

El renacimiento: la herencia olvidada de oriente

La ciencia no conoce país, porque el conocimiento pertenece a la humanidad, y es la antorcha que ilumina el mundo”.
Louis Pasteur

América fue descubierta en 1492, y con ella, un nuevo mapa político, cultural, económico y geográfico se abría ante los ojos de los ilusos navegantes europeos, que creyendo haber encontrado una nueva ruta para las Indias Orientales, no se habían percatado de que súbitamente, cual rayo toca la tierra, la cartografía del planeta se había transformado, y el mundo, dejaba de ser plano para volverse redondo, cuando menos en la mente, ya que siempre había tenido la misma forma, pero ahora, al adquirir conciencia de ello, los europeos, accidentalmente, empezarían a construir uno de los más grandes imperios, y la edad de oro de Europa comenzaría.

Los siglos XV, XVI, y XVII conocidos como la era del Renacimiento, inauguraba una nueva etapa en la historia de la civilización humana, pues ésta sería la base de la mal llamada cultura occidental, que aún impera hasta nuestros días, y es que sus valores, visiones, y descubrimientos, continúan moldeando gran parte de nuestro pensamiento en la actualidad.

Los europeos, autonombrados, los defensores de estas ideas y cosmovisiones del mundo pronto comenzarían a construir una imagen de superioridad, que los colocaría como una cultura dominante, y “civilizada”, siguiendo, claro, sus propios estándares, los cuales, no hacían más que discriminar patrones y conductas ajenas a las suyas, consideradas, incluso, extrañas y primitivas. Sin embargo, la historia nos muestra, que ninguna cultura puede permanecer encerrada, e indiferente a lo que ocurre en su entorno, y el Renacimiento europeo, aquel que casi milagrosamente había destruido la Edad Media y con ella siglos de oscurantismo, demostraría ser producto de la influencia recibida de las culturas circunvecinas, e incluso, no tan vecinas.


Sin duda alguna, el también mal llamado Oriente, fue una fuente indiscutible de influencia en las ciencias, artes y técnicas de los europeos. El desarrollo de los árabes en los terrenos de la astronomía, las matemáticas y la filosofía, nutrirían, o mejor dicho, formarían a sus pares europeas, que inspiradas en sus avances, comenzarían a importar nuevos conceptos prácticos, como el uso de los números arábigos, en sustitución de los romanes, y con ello, el cheque y las letras de cambio, bases del capitalismo.

Las rutas comerciales que enlazaban a Europa con Asia y África, en especial por las especias asiáticas, y los minerales africanos, permitieron que la confluencia de ideas fuera cada vez más estrecha, en especial, cuando en el ojo del comercio no sólo estaban los productos mismos, sino las técnicas, las ideas y las relaciones que surgían de la interacción con otros pueblos, como ocurrió durante el sultanato de Suleymán, monarca del imperio otomano, que basado en el patronato artístico que su gobierno auspiciaba, permitió desarrollar un mercado cultural, y artístico, que serviría de enlace entre Oriente y Occidente.

El Medio Oriente, aquel lugar que concentraba la presencia de múltiples culturas, por su importante papel en las rutas comerciales, fue participe claro en la construcción del Renacimiento, y en el desarrollo próspero de Europa, lo que nos muestra, que ninguna cultura se construye sola, y que así como influye en otras, es influida, recíprocamente (aunque no por ello simétricamente), por éstas. Es así, que podemos concluir que no existe tal cosa como el Renacimiento europeo único, sino en cambio, el renacimiento de la humanidad.


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El renacimiento: la herencia olvidada de oriente", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 31 de agosto de 2010

sábado, 31 de julio de 2010

La India y la “continentalización” del mundo

Históricamente nunca ha existido una definición absoluta de lo que es un continente, quizá por miedo a que al hacerlo, algunos de los que hasta ahora conocemos como tales, dejen de serlo, y es que si tomamos la noción clásica que los refiere como grandes porciones de tierra que no se encuentran divididos por el agua, entonces Eurasia sería un continente y no dos como en la actualidad, en cambio, si para poder dividir a Europa, Asia y África, decimos que son las cuestiones culturales las que a al intentar homogenizarse crean los continentes, tendríamos a Europa separada de Asia, pero ésta última quedaría fragmentada en muchas partes puesto que es una región con gran diversidad cultural.

Como el concepto de continente es una visión eurocéntrica, se ha tomado desde el siglo XVIII a los Montes Urales como barrera natural entre Europa y Asia, lo que nos arroja como resultado 5 arbitrarias divisiones, que olvidan cuestiones culturales, económicas, climáticas, e incluso geográficas.

Si lo anterior es ya de por sí confuso, ¿qué pasa cuando introducimos el término “subcontinente”?, ¿eso ayuda a depurar ciertos errores que causa la implementación del concepto continente?. Tal parece que no, si no es que ocurre todo lo contrario, en otras palabras, acrecenta las dificultades para analizar al mundo por regiones, para tal caso debemos tomar el ejemplo del subcontinente indio; desde que Europa a través de Alejandro “Magno”, descubrió su existencia, la India ha prevalecido en el imaginario europeo hasta nuestros días -cual palimpsesto- como representante de lo exótico, misterioso y lejano y es que se consideraba que lo que se encontraba detrás de los límites naturales de Europa, es decir, más allá del Nilo y del Indo, eran pueblos salvajes que no merecían la atención, aunque en este caso, también prevalecía la impresión dicotómica, entre los sabios de esas regiones y los bárbaros.

La India, que tras el descubrimiento de América en 1492 pareció extenderse por todo el mundo, se redujo con la colonización inglesa ya que se convirtió en referente no de un subcontinente sino de una empresa: la East India Company. Con la independencia en 1947, la India se consideró un país, pero aún hoy en día, para muchos analistas, es mucho más que eso, quizá por ello que el término subcontinente más que retratar una realidad territorial lo que pretende hacer es mostrarnos la zona que algún día fue una de las más importantes regiones geoculturales del planeta.

Bibliografía base:

*Pániker, Agustín. Índika. Una descolonización intelectual. Reflexiones sobre la historia, la etnología, la política y la religión en el Sur de Asia. Barcelona, España, Editorial Cairos, 2005, pp. 520. Páginas consultadas: 17-22 y 55-64.

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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "La India y la “continentalización” del mundo", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 31 de julio de 2010

viernes, 25 de junio de 2010

El sureste asiático desde la segunda mitad del siglo XX: La aceleración de la historia

Una de las regiones que más dinamismo ha presentado en los últimos años es, sin duda alguna Asia, en específico el Sureste asiático. Se dice que, cada vez con más fuerza, se viene dando una aceleración de la historia, de forma que los procesos que antes tardaban muchos años, hoy es posible experimentarlos en una década, y esto se hace indiscutiblemente patente en la región citada.

De 1950 al año 2000, esta zona sufrió violentos cambios y grandes transformaciones en todos los órdenes, sobre todo en el económico y político, sin olvidar el impacto que estas área han tenido en lo social y cultural.

Países claves como Japón, después de haber sido grandes imperios, tuvieron que vivir un periodo de ajuste tras resultar derrotados en la Segunda Guerra Mundial. Su poderío militar fue reducido, y con el paso del tiempo pudieron lograr nuevamente un alto nivel de industrialización y desarrollo, que lo posicionó en poco tiempo como una potencia mundial, y el principal motor económico en Asia.

China por su parte, llevaría a cabo otro cambio radical, ya que la Revolución Cultural de Mao en 1949 no sólo creó la República Popular China, sino que también incorpora al comunismo como forma de gobierno e ideología oficial del país. Dicho Estado se ha modificado aún más desde 1980 con un proceso de apertura económico gradual, y que le ha permitido jugar un rol importante en el plano comercial y político, sobre todo desde que obtuvo poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al fin de la Segunda Guerra Mundial.

Corea sufrió la Guerra que provocaría la división de la península en dos, Corea del Norte y de Sur, en 1948, la primera adoptaría un modelo socialista de producción, y la segunda obtaría por el capitalismo, y por un sistema presidencialista. Corea de Sur es en realidad la que más se ha transformado, ya que pasó de un régimen autoritario, a uno democrático, proceso en el que se ha trabajado desde la década de 1960. Además, el país ha intensificado su revolución tecnológica, lo que lo convierte en uno de los principales centros de desarrollo científico en el mundo, superando incluso el número de patentes de Japón.

Otros países, considerados como los tigres asiáticos también han experimentado cambios en lo económico y científico, sin embargo, aún presentan grandes déficit en lo político, que en los últimos años han empezado ha presentar los primeros síntomas de descontento, acompañados de movimientos sociales.

Como se puede observar, el sureste asiático presenta el modelo más rápido de cambio en el mundo contemporáneo, que ha trastocado incluso aspectos sociales, lo que ha hecho de la región un reflejo de lo dual, es decir, la coexistencia de valores tradicionales con patrones de conducta europeos y norteamericanos en el estilo de vida de las diversas sociedades.

Esta transformación en la última mitad de siglo XX, ha hecho suponer a varios analistas que el siglo XXI será de Asia, y quizá no se equivocan.


Fuentes de información base:

• Tanaka, Michiko. Cambios políticos en Japón: situación y perspectivas. Ed. Centro de Investigación Interdisciplinaria en Humanidades- UNAM. México, 1994, pp. 37.

• “Las ventajas del autoritarismo como modelo de transición”, en Gracia Temoltzin, Octavio. El Autoritarismo como Opción de Progreso y Democratización en Países en Vías de Desarrollo: Singapur, Corea del Sur y Chile. Tesis Licenciatura. Relaciones Internacionales. Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas, Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades de la Universidad de las Américas Puebla. Enero 2006. Versión digital en http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lri/gracia_t_o/

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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El sureste asiático desde la segunda mitad del siglo XX: La aceleración de la historia", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 25 de junio de 2010.

sábado, 22 de mayo de 2010

El sureste de Asia en los siglos XIX y XX: historia de una región incomprendida

La historia de Asia ha sido estudiada siempre en función de la de Europa, por lo que en la actualidad, existen corrientes académicas que claman por un estudio, si bien no independiente, si autónomo de los procesos europeos, esto quiere decir, que así como es cierto que la historia asiática no es reductible a la europea, también es igual de afirmativo, suponer que no esta desligada de ésta.


Los siglos XIX y XX suponen en Asia una era de cambios, que pueden enmarcarse como parte del proceso de la aceleración de la historia, lo que se refleja en los 130 años que van desde 1820 hasta 1950, y con mayor razón desde mitad del siglo XX hasta nuestros días. Este periodo marca el proceso colonial al que estuvo sujeto el continente asiático, y que dista mucho del colonialismo europeo en otras latitudes, por ejemplo: Europa intentó borrar a las sociedades originarias y a los sistemas políticos en América Latina, imponiendo su propia concepción, al tiempo que permitió el mestizaje, en cambio, en Asia la mezcla interracial fue menos común, mientras que no se intentó acabar del todo con el modelo de sociedad que para entonces dominaba en las distintas naciones asiáticas. Si bien, se impuso un sistema de reglas, sobre todo, enmarcado en los tratados desiguales, y en la administración, jamás se acabó con la sociedad tradicional, en palabras coloquiales, no hubo borrón y cuenta nueva, lo que provocó más tarde esta contradicción entre lo clásico y lo moderno como punto de debate en los movimientos nacionalistas.

De los años 1820 hasta 1890, los europeos influyeron fuertemente en Asia, puesto que se les obligó, como ya se había dicho, ha firmar tratados desiguales, a abrir sus fronteras y mercados sin restricción alguna, y a sujetarse al modelo europeo de economía, lo que convirtió a la región en un apéndice productivo de Europa, en el que cumplía en rol de exportador dentro del mercado internacional, al tiempo que carecía de un mercado interno fuerte.

De 1890 a principios del siglo XX, la situación cambio, en parte por el milagro japonés, producto de la era Meiji, conocida como la era de las luces, que creó un movimiento modernista y progresista en el marco del capitalismo, al estilo europeo, pero sin la ayuda de Europa, es decir, un proceso de desarrollo a la asiática, que provocó una transformación completa en lo social, lo político y lo económico, ya que en principio acabó con las viejas élites y reestructuró al Estado, los daimyo y los samurai perdieron viejos privilegios en aras de un mayor progreso, es decir, la revolución desde arriba, fortaleció a los zaibatsu, como la nueva burguesía nacionalista.

La revolución Meiji tuve repercusiones a nivel mundial y regional, en el primer plano recibió el reconocimiento de las viejas potencias europeas como un actor imprescindible en Asia, y por el otro lado, su nueva posición le permitió desempeñar un papel imperialista en la región.


El éxito de Japón propició un resurgimiento de los movimientos nacionalistas en Asia, que se acompañó en un descrédito de Europa, tras la crisis económica, el fin de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, y el ascenso de los Estados Unidos. Estos movimientos nacionalistas intentaron crear su propia “era de las luces”, sin embargo, la presión de las potencias europeas, y la falta de cohesión al interior, así como de voluntad de las élites, propiciaron al fracaso de dicho modelo de desarrollo.

Con la Segunda Guerra Mundial, se dio un reacomodo de fuerzas al interior de Asia, el cual se aceleró con la participación de Japón en tal conflicto, y su posterior caída a fines de 1945, que alentó a los movimientos independentistas, los que resultaron exitosos para finales de la década de los 1940 y principios de la de 1950, y que junto con la Conferencia de Bandung lograron obtener una Asia oriental independiente para 1955.

Los 130 años aquí narrados, implicaron una serie de cambios sociales, políticos y económicos, como la creación de una nueva burguesía nacional, de la cual se tienen dos visiones: la primera es que fue activa e influyente, guiando el proceso y desarrollo de los hechos, y la segunda, que fue prácticamente obsoleta y sólo un espectador más de los acontecimientos, lo cierto es, que la sociedad si logró una transformación que la llevó de lo tradicional a lo moderno, donde las nuevas élites jugarían un rol clave en la reestructuración regional.

Todo lo anterior, ha tenido una gran repercusión sobre lo que ocurre en la actualidad en Asia, y nos explica también el porque de los movimientos posteriores, como el comunismo en China, y la constante lucha entre lo europeo y lo asiático, así como también, nos sumerge al eterno debate dicotómico entre lo moderno y lo tradicional, al tiempo que nos hace preguntarnos como conducir un nuevo proceso de desarrollo a la asiática, y así cambiar la estructura de las sociedades, sin que esto implique una subordinación de lo mal llamado “oriental” frente a lo “occidental”. Debemos, por lo tanto, entender a la historia desde Asia y no desde Europa, ya que como comenta Chesneaux: “es evidente, pues, que se ha de buscar en el interior de Asia los resortes de su evolución”.


Fuentes de información:

Bibliografía: Chesneaux, Jean. Asia Oriental en los siglos XIX y XX. China, Japón, India, Sudeste asiático, Barcelona, Labor, 1969, pp. 214.

Ciberografía: Martín Alonso, Nicolás. “El fin del colonialismo en Asia”, en Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/13/RPI_022_103.pdf. Consultada en marzo de 2008.


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El sureste de Asia en los siglos XIX y XX: historia de una región incomprendida", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 22 de mayo de 2010.

lunes, 19 de abril de 2010

El lobby israelí en los Estados Unidos: el poder tras bambalinas

Cada vez que hacemos algo me dices que América hará esto y hará lo otro…. Quiero decirte algo muy claro. No te preocupes por la presión americana sobre Israel. Nosotros, judíos, controlamos América, y los americanos lo saben”.

Ariel Sharon en repuesta a Shimon Peres, 03 de octubre de 2001


¿Quién controle a Estados Unidos, controla el mundo?.... Si bien, la respuesta a esta hipotética pregunta resultaría negativa, no podemos negar que un escenario como éste dotaría de mucho poder al grupo que lo protagonizara, o cuando menos, que sea capaz de influir en él lo suficiente para garantizar sus propios intereses, tal ha sido el caso del lobby israelí en los Estados Unidos.

El lobby judío no sólo ha asegurado posiciones vitales en el Congreso estadounidense, mediante la presencia de organizaciones, empresarios e individuos judíos y pro-israelíes en el parlamento, sino también a través de la inclusión de sus propios miembros a tal institución, que defienden desde el interior mismo de la maquinaria legislativa los intereses del Estado israelí, y con ello ayudan a dotar de forma la política exterior estadounidense.

El grado de efectividad del lobby israelí ha sido muy alto, puesto que no se limita únicamente al Congreso, encontrado cabida también en la rama ejecutiva, donde logran posicionar a prominentes hombres que apoyan la causa israelí en puesto claves, tanto en cargos de seguridad como de la política exterior. La estrategia de influencia judía en las decisiones y políticas del gobierno estadounidense ha logrado traspasar las barreras gubernamentales, y se han orientado, igualmente, ha ganar presencia en los medios de comunicación, los llamados think tanks, la academia, las instituciones y en general los formadores de la opinión pública, con el fin de lograr un apoyo sustancial de la población estadounidense a la protección del Estado de Israel.

A través de la falsa premisa, según la cual, los intereses estadounidenses e israelíes son los mismos, Estados Unidos ha volcado gran parte de su diplomacia, ayuda económica, militar y política a Israel, lo que lejos de asegurar los intereses nacionales del país americano, como ocurría en la Guerra Fría, le ha generado enemistades con los países de la región, así como ha debilitado su posición respecto a la creación de un Estado palestino.

El gran reto para los Estados Unidos consiste en formular una política exterior que armonice con sus propios intereses nacionales, y que a su vez permita construir un ambiente de cooperación con los países del Medio Oriente, otorgando, de la misma forma, solvencia a los intereses israelíes a largo plazo, para lo cual, se vuelve indispensable contribuir en la pacificación de la región.


Fuente de información:

Mearsheimer, John y Walt, Stephen. “The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy”, Middle East Policy, Vol. XIII, No. 3, Otoño de 2006, pp. 29-87.


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El lobby israelí en los Estados Unidos: el poder tras bambalinas", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 19 de abril de 2010.

sábado, 27 de marzo de 2010

Cooperación y conflicto en Asia Central: El caso del Valle de Ferghana



La región de Asia Central aún enfrenta muchos problemas, y si bien algunos de ellos se encubaron durante el periodo soviético, éstos no explotaron sino hasta después de la independencia. Este cáncer, que como diría el cantante Arjona, aún enferma al heredero, ha dejado profundas huellas en el desarrollo político y social de Asia Central.

Cada una de las Repúblicas confronta una serie de obstáculos que impiden hablar de una estabilidad regional, y es que la suma e interacción de asuntos perjudiciales tales como la sobrepoblación, la falta de diálogo interétnico e interreligioso, la mala distribución de recursos hídricos y de hidrocarburos, el autoritarismo, los problemas ambientales, el desempleo y la desigualdad, han llevado a la población centroasiática al borde de la crisis, gestándose bajo sus enaguas un futuro gran conflicto.

Existen tres tipos de conflictos étnicos actuales en la región, y que resultan fundamentales para explicar gran parte de los problemas a los que se enfrentan los habitantes, y me refiero a la relación tormentosa: 1) Entre los indígenas y los eslavos, 2) Entre los diversos grupos étnicos, y 3) Al interior de los mismos grupos étnicos. Estos niveles, cabe decir, se dan tanto en la relación entre los Estados centroasiáticos, como dentro de ellos mismos.

En Asia Central se encuentra un lugar, que por sus características, presenta un alto potencial de confrontación, y me refiero al Valle de Ferghana, un espacio que comparten tres Repúblicas, a saber: Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán, habitado por una mayoría Uzbeka. Esta región posee una alta densidad de población, diversas religiones y etnias, lo que si bien no representa un conflicto per se, la mala comunicación entre ellas si lo presenta. Si a estos elementos le sumamos la falta de agua, y la desigualdad económica, entonces tendremos el mapa completo, mapa que nos muestra como el Valle de Ferghana requiere de una revolución interna, que modifique los patrones de conducta en las relaciones sociales.

En 1989-90, hubo dos grande enfrentamientos, el primero entre Uzbekos y Mezkhetos, y el segundo entre Uzbekos y Kirguizes, lo que apunta un conflicto latente, pues el tema, lejos de haberse resuelto, sólo se ha venido postergando, e incluso, borrando de los discursos políticos e históricos, lo que resulta preocupante, sobre todo si tomamos en cuenta que las causas sociales, políticas y económicas que los generaron aún continúan vigentes.

Un factor que podría ayudar a menguar las contradicciones al interior de la región podría ser la cooperación, en sus dos esferas, la interna y la externa. Al interior, el papel de las Organizaciones No Gubernamentales resultará importante, sobre todo en la medida en que dichas ONGs puedan tender puentes de acercamiento entre las diversas etnias, y busquen trasladar parte de la solución a la sociedad civil. Mientras que a nivel internacional, dependerá de la relación entre las Repúblicas, y de su capacidad para crear soluciones conjuntas, que haya éxito en evitar una catástrofe mayor, pero para ello, se debe empezar a promover una cooperación horizontal entre los cinco Estados centroasiáticos, y alejarse de las viejas fórmulas de paternalismo y nacionalismo, en las que, tanto se cree que el exterior es el causante de los males, como el responsable de solucionar los problemas.

Bibliografía:

• Tabyshalieva, Anara. The Challenge of Regional Cooperation in Central Asia. Preventing Ethnic Conflict in the Ferghana Valley. United States Institute of Peace, Estados Unidos, Junio de 1999, 50 pp.

Superamos las 10,000 visitas. Gracias por su preferencia!!....


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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Cooperación y conflicto en Asia Central: El caso del Valle de Ferghana", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 27 de marzo de 2010.

domingo, 28 de febrero de 2010

Los hidrocarburos, la próxima parada: el Mar Caspio


La geopolítica, para muchos un arte, para otros una ciencia, pero indiscutiblemente una herramienta estratégica, concibe al Estado como un ente orgánico, y por lo tanto dinámico, que siguiendo su deseos de supervivencia y dominación, se expande para ganar territorios o posicionarse astutamente en áreas claves que le permitan a los países obtener una carta estratégica de poder.

Quizá para ello resulte más claro concebir al mundo como un gran tablero de ajedrez, donde la relación existente entre los movimientos de cada una de las piezas crea una lógica en la que los actores aprenden a posicionarse y robar espacios a sus adversarios. Es en este sentido, que los hidrocarburos, en especial el petróleo y el gas natural, desempeñan un papel cada vez más importante en el juego de las relaciones internacionales.

La posición estratégica de Asia Central ha sido considerada, históricamente, como una región clave para establecerse, con el fin de tener una visión más cercana de su entorno político, sin embargo, el valor geopolítico de zona no debe verse únicamente por su posición geográfica, sino también por los recursos que posee, en especial las nuevas reservas encontradas en el Mar Caspio.

Hasta el día de hoy, es claro el problema de la repartición del Mar Caspio, ya que el status aún no ha sido definido claramente, puesto que mientras Irán argumenta que debe dividirse en partes iguales entre los cinco Estados que la comparten, a saber: Irán, Azerbaiyán, Rusia, Kazajstán y Turkmenistán; Rusia y Azerbaiyán, así como Kazajtsán han apoyado la idea de que se divida según el criterio de extensión de fronteras marítimas, con la cual, Azerbaiyán obtendría el 29 % del territorio.

La falta de unanimidad en la repartición del Caspio, así como los conflictos entre Irán -Azerbaiyán, y Turkmenistán –Irán sobre la posesión de yacimientos han generado que muchos de los proyectos se estanquen.

Sin embargo, lo importante de los energéticos, no sólo es poseerlos, sino también, tener la capacidad para extraerlos, y poder venderlos, de allí que la creación de gasoductos y oleoductos haya experimentado una carrera contra el tiempo y la geografía, ya que los principales compradores de tales recursos son mayoritariamente países que no se encuentran tan cercanos a la región, en especial Europa, Japón y los Estados Unidos, grandes devoradores de hidrocarburos.

Uno de los proyectos más significativos es el oleoducto Baku-Tbilisi-Ceyhan (BTC), que comienza en el Mar Caspio perteneciente a Azerbaiyán, aunque es alimentado también por crudo enviado de Kazajstán, que pasa por Georgia, y de allí se dirige al sur, rumbo al puerto turco de Ceyhan, para establecer una conexión con el Mediterráneo y llegar así a Europa. El BTC, creado principalmente en 2005 y 2006, tiene una gran repercusión en la economía mundial y sobre todo en la regional, en especial si consideramos que las empresas petroleras han dejado de encontrar nuevas reservas de explotación que aseguren el consumo de hidrocarburos en los próximos años, con la actual demanda existente.


Representa también, la creación de una ruta al sur, que sirva como alternativa a la ya clásica ruta del norte que Rusia domina, con lo cual Europa, los países centroasiáticos y del Cáucaso intentan disminuir su dependencia del llamado oso negro, no sólo abriendo nuevos canales, sino avanzando en estratégicos movimientos de piezas que hacen interesante la espera.


Fuente de información:

• Klare, Michael. “El colapso energético que se avecina”, en La Jornada, 31 de marzo de 2005.

• Ferrari, Bruno. “Geopolitics – a critical assessment of the new “Great Game” in and around the Caspian Sea”. University of Uppsala, Suecia, 2004. 13 pp.

• Cornell, Svante (et al.). “Geostrategic implications of the Baku-Tbilisi-Ceyhan pipeline”. Pp. 17-38.

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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Los hidrocarburos, la próxima parada: el Mar Caspio", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 28 de febrero de 2010.

sábado, 23 de enero de 2010

El petróleo: La piedra filosofal de la seguridad energética estadounidense

Según los creyentes de la alquimia, la piedra filosofal es una sustancia que tiene propiedades extraordinarias, como la capacidad para transmutar los metales vulgares en oro. El poder enigmático de esta hipotética sustancia no conoce límites y durante mucho tiempo fue ansiosamente buscada, con una fuerza que a veces rayaba en la obsesión. ¿Será el petróleo la piedra filosofal de nuestros días?”.

Odette Jiménez

El término piedra filosofal se ha vuelto muy común en el lenguaje metafórico de los medios de comunicación, así como también en la ciencia ficción, en películas tales como “Harry Potter y la piedra filosofal”, pero más allá del sentido harrypotteriano que Rowling le otorga a la piedra filosofal en su obra, esta codiciada piedra, cumple, cuando menos en palabras de la alquimia, con una función básica, transformar elementos usuales en extraordinarios. El petróleo en nuestros días, y cuando menos en la última centuria, ha cumplido con este rol, ya que una simple sustancia negra, puede convertirse en energía necesaria para mover vehículos, elevar aviones, encender la producción agrícola e industrial, así como dinamizar la economía misma.

En otras palabras, el petróleo es el llave de la seguridad energética mundial, pero…. ¿qué cosa es la seguridad energética?. En palabras de Jorge Eduardo Navarrete, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, es “..la capacidad de un país para satisfacer- de manera suficiente, oportuna, competitiva y con productos de menor impacto ambiental- la demanda nacional de energía, en el presente y por un periodo razonable hacia el futuro….” (1). Lo anterior nos revela el enorme impacto que la disponibilidad de los energéticos representa para la seguridad nacional de cualquier Estado, tanto de aquellos productores, cuyo móvil es abastecer primariamente su mercado interno, exportando sólo el excedente; como de aquellos importadores, que deben buscar asegurarse fuentes de suministro externas confiables.

El concepto tiene sus orígenes en la crisis petrolera de 1973, cuando los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la mayoría, países de Medio Oriente, ordenaron un embargo petrolero, que provocó el súbito aumento de los precios de crudo internacionales, y una ola de pánico en las economías desarrolladas que creían, confiadamente, contar con esos recursos asegurados (2).

Cada país cuenta con una realidad energética distinta, ya que sus fuentes de abastecimiento, la disponibilidad de los recursos, la racionalidad con la que los administran, y las condiciones para seguir obteniéndolos, los hacen diferentes, de ahí, que Maplecroft, allá hecho un gráfico que nos muestre la vulnerabilidad de cada Estado en materia energética:


Como hemos visto hay países cuya seguridad energética corre un riesgo elevado inminente, de los cuales el más paradigmático es Estados Unidos, mientras que, por otro lado, hay algunos cuya seguridad energética está bajo control, la mayoría de ellos, concentrados en Medio Oriente. Esta tormentosa relación, entre Estados Unidos y los países de Medio Oriente, entre los que poseen abundantes recursos petroleros, y el que, a pesar de poseer bastantes, no puede solventar su propia economía sin importar una cantidad cada vez mayor de hidrocarburos, se vuelve compleja.

Michael Klare nos ilustra la excesiva dependencia estadounidense del petróleo árabe al describirnos la importancia que ésta tiene en el despliegue de fuerzas militares en el mundo, y en la configuración de la estrategia de política exterior que el país debe tomar para garantizar el abasto seguro de tales energéticos. La sed petrolera estadounidense ha sido, en buena medida, la causante de que el Comando Central haya participado en cuatro grandes conflictos armados en la zona del Medio Oriente: La Guerra Irán-Irak de 1980-1988, la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, la de Afganistán en 2001, y la de Irak en 2003.


Desde 1980, la Doctrina Carter, que consideraba de vital interés para Estados Unidos la seguridad del suministro de petróleo del Golfo Pérsico, ha definido la conducta estadounidense en la región, misma que contaba para 2003 con los cinco mayores productores de petróleo del orbe (Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irán (3)) y con el “..65% de las reservas petroleras del mundo, de las cuales Estados Unidos importa casi el 20% de sus necesidades, Europa occidental el 43% y Japón el 68%..” (4).


Las fuerzas armadas estadounidenses, se convierten cada vez más, en palabras de Klare, en un servicio mundial de protección del petróleo, ya que intentan, a través del ejército y la fuerza, asegurar la producción, el almacenamiento, y las rutas de comercio petroleras, para que dicho recursos lleguen seguros a los Estados Unidos que consume el 25% de la producción petrolera total del mundo. Pero este papel como gendarme de los hidrocarburos, ha hecho que EE.UU. tenga que implicarse en guerras extranjeras para garantizar el seguro suministro del petróleo, cuyas importaciones ya representaban en 1998 el 50% de su consumo total, mientras que dicho consumo ha seguido en aumento (se estima que de 1991 al 2025 la demanda crecerá en un 44%), lo que desemboca lógicamente, en un creciente dependencia del exterior (5).

Una de las posibles claves para dejar de concentrar todas sus importaciones de países de Medio Oriente, sería diversificar sus compras y ampliar el abanico de países a los que les importa petróleo, sin embargo, sólo esta región tiene las reservas de tamaño proporcional al aumento de la demanda estadounidense e internacional, lo que significa que en el futuro, las opciones son muy reducidas.

Para el autor, el hecho de que Estados Unidos acuda con mayor frecuencia a países inestables y en vías de desarrollo, con la finalidad de que sean sus proveedores energéticos, está originando presiones sociales, económicas y políticas a largo plazo, que aumenten el riesgo de disturbios y conflictos bélicos, ya que en primer lugar, la presencia de compañías petroleras estadounidenses tiende a generar hostilidad de la gente hacia los Estados Unidos, y en segundo lugar, provoca una alteración en las economías nacionales de estos Estados, puesto que la riqueza proveniente de la venta del petróleo se canaliza y concentra en unas cuantas manos, creando aristocracias monopólicas que comandan las nuevas economías al estilo de auténticos Petro-Estados.

Otro de los grandes problemas futuros, será la competencia internacional por el dominio de los flujos del petróleo en el mundo, sobre todo, en la medida en que los países emergentes, cuyas industrias demandan cada vez más petróleo, comiencen a buscar nuevas fuentes de abastecimiento, concordando, todas ellas, en la necesidad de forjar nuevas alianzas con los países de Medio Oriente, que pueden desvirtuarse y convertirse en coaliciones con vínculos militares que rearmen la zona.

En resumen, son cuatro las tendencias claras que esboza Klare: 1) La creciente necesidad del petróleo importado, 2) Un aumento en la dependencia de países proveedores inestables, 3) Mayor riesgo de actos violentos antiestadounidenses, y 4) Una competencia entre países, cada vez más grande, para tener acceso a un recurso en disminución.

La dependencia, es quizá, la más incierta de las debilidades humanas, ya que todo obedece siempre a condiciones cambiantes, que terminan creando vínculos excesivos de necesidad, como ilustra el antiguo cuento persa del rey y el astrólogo:

Un joven astrólogo constantemente predecía para su país un pésimo futuro, que de acuerdo a él, se debía a las malas políticas del rey, así que este último, enojado por los comentarios absurdos del astrólogo, mandó a traerlo a su palacio, puesto que planeaba, con la ayuda de sus esclavos, arrogarlo por la ventana para matarlo.

Cuando el astrólogo entró al palacio, el rey quiso hacerle una última pregunta, para ver que tan acertadas eran sus predicciones, para lo cual le dijo: -¿sabes cuando será el día de tu muerte?- a lo que el astrólogo contestó -será exactamente, tres días antes que la suya-.


Desde entonces, el monarca protegió en todo momento al joven astrólogo, asegurándose de mantenerlo vivo, puesto que su vida dependía de ello, sin mucho resultado por cierto, ya que muchos años después, el rey muere, irónicamente, antes que el astrólogo.

El hecho de que el astrólogo, evitará su asesinato, se debe a que ejerció poder sobre el rey, el poder de hacerse necesitar, lo mismo ocurre en la relación entre los Estados Unidos y los países del Medio Oriente, del cual proviene el petróleo que el primero necesita para sustentar su economía, y es que debido a esa dependencia, deberemos esperar que muchas de las decisiones estadounidenses en materia de seguridad nacional y de política exterior hacia la región, estén orientadas a garantizar el suministro petrolero y por lo tanto, su seguridad energética.

Si bien, la “Edad de Piedra” no terminó por la falta de piedras, igualmente, la “Edad del Petróleo” no acabará por la falta del mismo, pero mientras eso pasa, dicho hidrocarburo será un factor de influencia en los mercados internacionales, en las próximas alianzas, guerras y en las relaciones internacionales, y la región del Medio Oriente, será el núcleo de esta emocionante, pero a la vez, aterradora dinámica, porque siguiendo nuevamente las leyes de la alquimia, mencionadas en el anime Full Metal Alchemist: “El hombre no puede ganar nada sin dar primero algo a cambio. Para crear algo de igual valor debe perderse, esa es la primera ley de la alquimia de la equivalencia de intercambio”, de ahí, que el precio que haya que pagar por el petróleo sea cada vez más elevado.

Notas al pie de página:


1) Jorge Eduardo Navarrete. “Transición y Seguridad Energéticas”, 26 de mayo de 2007. Versión electrónica: http://www.senado.gob.mx/reforma_energetica/content/foros/docs/27mayo2008_6.pdf

2) Lourdes Melgar y Enrique Velasco Ibarra. “Seguridad energética. Reflexión en torno a los retos y las alternativas para México”, en Foreign Affairs en español, Volumen 7, Número 2, abril-junio de 2007., pp. 11-21.

3) Nos dice Klare, con base en el BP Statistical Review of World Energy de 2003, que Arabia Saudita posee el 25% de las reservas verificadas de petróleo del mundo, Irak el 10.7%, EAU el 9.3%, Kuwait el 9.2% e Irán el 8.6%, lo que significa, que entre ellos cinco tienen el 62.8% de las reservas conocidas, p. 43.

4) Klare, Michael T. Sangre y petróleo. Peligro y consecuencias de la dependencia del crudo. Ed. Tendencias, Barcelona, España, 2006, p. 23.

5) Según datos del Departamento de Energía de Estados Unidos, nos dice Klare, las importaciones de petróleo sobre el total consumido, que eran de 55% en 2001, pasará a 58% en 2010, al 66% en 2020, y al 70% en 2025, p. 42.


Fuente de información: Klare, Michael T. Sangre y petróleo. Peligro y consecuencias de la dependencia del crudo. Ed. Tendencias, Barcelona, España, 2006, pp. 19-52.


Feliz año 2010! les desea el administrador, que celebra el segundo año de existencia de "El águila, el jaguar y la serpiente".

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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "El petróleo: La piedra filosofal de la seguridad energética estadounidense", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 23 de enero de 2010.