Si bien, la política exterior es propia de los Estados soberanos, en la actualidad los estados no soberanos cubren un papel muy importante en los asuntos exteriores.
Como argumenta Michael Keating, a diferencia de la actividad exterior de los Estados, la diplomacia regional no representa amplios intereses, ya que las regiones no tienen gobierno soberanos que tengan la capacidad de imponer su propia definición de “interés nacional”[1].
A este tipo de diplomacia se le conoce como paradiplomacia o diplomacia multinivel, (concepto que se empezó a utilizar desde la década de 1980), la cual se ubica principalmente en tres rubros, a saber, el político, el cultural y el económico. Cabe aclarar, que por lo general, ésta no puede ir en contra o desafiar a la política exterior nacional.
Para la teoría Realista de Relaciones Internacionales, el Estado-Nación es el gran actor internacional, y desde muchas perspectivas, el único que verdaderamente importa (monopolio de las relaciones internacionales), es por ello, que Ivo Duchacek, describe a la paradiplomacia como la política exterior (paralela) de los actores no centrales[2]. Es así, que ésta es ejercida por gobiernos locales, empresas multinacionales, u organizaciones no gubernamentales. Siguiendo con Duchacek, este tipo de actividad internacional, implica la existencia de vínculos entre actores gubernamentales, no centrales y gobiernos centrales o estaduales/ provinciales/ municipales extranjeros con el propósito de influir en temas de comercio, inversiones y otras políticas y acciones[3].
Los atributos manejados para que una entidad sea considera un actor internacional son: a) su grado de autonomía; b) capacidad o habilidad para movilizar recursos, ejercer influencia y alcanzar objetivos; y c) continuidad en sus funciones desarrolladas[4].
La paradiplomacia se ha desarrollado aún más en los estados con aspiraciones nacionales, independentistas o en búsqueda de una mayor autonomía.
Dentro de la paradiplomacia, o en contraposición a ella, encontramos la protodiplomacia, con la que se designa a la diplomacia realizada por gobiernos subestatales que intentan arar el camino hacia su independencia, preparando a la opinión pública internacional, así como buscar el reconocimiento de otros Estados. Es por eso, que podemos concluir que la protodiplomacia es “la práctica de las relaciones internacionales por parte de un gobierno no central que aspira a establecerse como Estado plenamente soberano”[5]. Un ejemplo de esto, es Québec, durante el gobierno del Partido Quebecois, que buscaba el reconocimiento internacional, especialmente de Estados con los que comparte ciertos elementos, como el cultural[6], lo que explica su papel en la Francophonie.
Québec fundamenta su actividad internacional en la Doctrina de Paul Gérin-Lajoie de 1965, según la cual, el gobierno federal no tiene la exclusividad constitucional de las relaciones internacionales. Por lo tanto, Québec puede firmar acuerdos internacionales con los países soberanos en las materias que se refieren a sus sectores de competencia[7].
Un ejemplo más de paradiplomacia, y de notable relevancia, es la Asociación de los Cuatro Motores de Europa, de 1988, compuesta por Rhone-Alpes, en Francia; Lombardia, en Italia; Cataluña, en España; Baden-Wurttenberg, en Alemania, y cuenta con miembros asociados como Gales, en Reino Unido, y Ontario, en Canadá. Dicha organización se enfoca a los temas de cooperación relativos al arte, cultura, tecnología, telecomunicaciones, etc[8].
Otro aspecto que busca la paradiplomacia, es la atracción de capitales extranjeros, promocionando el mercado local y a las pequeñas empresas regionales.
Incluso en México, donde la federación está muy centralizada, esto se vuelve una realidad. Recientemente, por ejemplo, Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, viajó al continente asiático para promover su entidad como un buen lugar para invertir, a su vez, que buscaba incrementar los lazos comerciales, económicos y culturales con Shangai, en China[9].
Cabe aclarar que la paradiplomacia depende también de la flexibilidad de las leyes nacionales, ya que Estados como Francia son reticentes a permitir que las regiones participen en dicha práctica, en contraste con países como Bélgica, donde la normatividad interna le permite a las regiones tener una paradiplomacia activa desde 1993[10]. Incluso, las entidades belgas tienen derecho para hacer y celebrar tratados con terceros[11].
Sin embargo, los estados tienen el problema del presupuesto, en comparación con el gobierno central o federal, lo que les obliga a cerrar representaciones en otras regiones, como ha sido el caso de Ontario, Québec y Alberta de Canadá.
Resulta curioso, que la paradiplomacia, adquiera más fortaleza en los Estados más desarrollados del mundo, razón por la cual sea más común encontrarla en los países europeos, en Canadá y en los Estados Unidos.
Igualmente, dicho tipo de diplomacia, es más común en los Estados federales, ya que las entidades cuentan con una mayor autonomía respecto al gobierno federal, no obstante, también es posible hallarla en Estados Unitarios, tales como Corea del Sur, Japón o Francia, principalmente, por que en la actualidad existe un proceso de descentralización en los diversos Estados.
El futuro para la paradiplomacia parece prometedor, sobre todo, si se evalúa en el marco de la globalización, donde la necesidad de construir vínculos es de vital importancia, aun para las más pequeñas comunidades.
Como argumenta Michael Keating, a diferencia de la actividad exterior de los Estados, la diplomacia regional no representa amplios intereses, ya que las regiones no tienen gobierno soberanos que tengan la capacidad de imponer su propia definición de “interés nacional”[1].
A este tipo de diplomacia se le conoce como paradiplomacia o diplomacia multinivel, (concepto que se empezó a utilizar desde la década de 1980), la cual se ubica principalmente en tres rubros, a saber, el político, el cultural y el económico. Cabe aclarar, que por lo general, ésta no puede ir en contra o desafiar a la política exterior nacional.
Para la teoría Realista de Relaciones Internacionales, el Estado-Nación es el gran actor internacional, y desde muchas perspectivas, el único que verdaderamente importa (monopolio de las relaciones internacionales), es por ello, que Ivo Duchacek, describe a la paradiplomacia como la política exterior (paralela) de los actores no centrales[2]. Es así, que ésta es ejercida por gobiernos locales, empresas multinacionales, u organizaciones no gubernamentales. Siguiendo con Duchacek, este tipo de actividad internacional, implica la existencia de vínculos entre actores gubernamentales, no centrales y gobiernos centrales o estaduales/ provinciales/ municipales extranjeros con el propósito de influir en temas de comercio, inversiones y otras políticas y acciones[3].
Los atributos manejados para que una entidad sea considera un actor internacional son: a) su grado de autonomía; b) capacidad o habilidad para movilizar recursos, ejercer influencia y alcanzar objetivos; y c) continuidad en sus funciones desarrolladas[4].
La paradiplomacia se ha desarrollado aún más en los estados con aspiraciones nacionales, independentistas o en búsqueda de una mayor autonomía.
Dentro de la paradiplomacia, o en contraposición a ella, encontramos la protodiplomacia, con la que se designa a la diplomacia realizada por gobiernos subestatales que intentan arar el camino hacia su independencia, preparando a la opinión pública internacional, así como buscar el reconocimiento de otros Estados. Es por eso, que podemos concluir que la protodiplomacia es “la práctica de las relaciones internacionales por parte de un gobierno no central que aspira a establecerse como Estado plenamente soberano”[5]. Un ejemplo de esto, es Québec, durante el gobierno del Partido Quebecois, que buscaba el reconocimiento internacional, especialmente de Estados con los que comparte ciertos elementos, como el cultural[6], lo que explica su papel en la Francophonie.
Québec fundamenta su actividad internacional en la Doctrina de Paul Gérin-Lajoie de 1965, según la cual, el gobierno federal no tiene la exclusividad constitucional de las relaciones internacionales. Por lo tanto, Québec puede firmar acuerdos internacionales con los países soberanos en las materias que se refieren a sus sectores de competencia[7].
Un ejemplo más de paradiplomacia, y de notable relevancia, es la Asociación de los Cuatro Motores de Europa, de 1988, compuesta por Rhone-Alpes, en Francia; Lombardia, en Italia; Cataluña, en España; Baden-Wurttenberg, en Alemania, y cuenta con miembros asociados como Gales, en Reino Unido, y Ontario, en Canadá. Dicha organización se enfoca a los temas de cooperación relativos al arte, cultura, tecnología, telecomunicaciones, etc[8].
Otro aspecto que busca la paradiplomacia, es la atracción de capitales extranjeros, promocionando el mercado local y a las pequeñas empresas regionales.
Incluso en México, donde la federación está muy centralizada, esto se vuelve una realidad. Recientemente, por ejemplo, Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, viajó al continente asiático para promover su entidad como un buen lugar para invertir, a su vez, que buscaba incrementar los lazos comerciales, económicos y culturales con Shangai, en China[9].
Cabe aclarar que la paradiplomacia depende también de la flexibilidad de las leyes nacionales, ya que Estados como Francia son reticentes a permitir que las regiones participen en dicha práctica, en contraste con países como Bélgica, donde la normatividad interna le permite a las regiones tener una paradiplomacia activa desde 1993[10]. Incluso, las entidades belgas tienen derecho para hacer y celebrar tratados con terceros[11].
Sin embargo, los estados tienen el problema del presupuesto, en comparación con el gobierno central o federal, lo que les obliga a cerrar representaciones en otras regiones, como ha sido el caso de Ontario, Québec y Alberta de Canadá.
Resulta curioso, que la paradiplomacia, adquiera más fortaleza en los Estados más desarrollados del mundo, razón por la cual sea más común encontrarla en los países europeos, en Canadá y en los Estados Unidos.
Igualmente, dicho tipo de diplomacia, es más común en los Estados federales, ya que las entidades cuentan con una mayor autonomía respecto al gobierno federal, no obstante, también es posible hallarla en Estados Unitarios, tales como Corea del Sur, Japón o Francia, principalmente, por que en la actualidad existe un proceso de descentralización en los diversos Estados.
El futuro para la paradiplomacia parece prometedor, sobre todo, si se evalúa en el marco de la globalización, donde la necesidad de construir vínculos es de vital importancia, aun para las más pequeñas comunidades.
[1] Keating, Michael. “Paradiplomacia y constitución de redes regionales”, en Revista Valenciana de Estudios Autonómicos, Número 36, año 2001, pp. 39. Versión electrónica en Generalitat Valenciana, http://public1.pre.gva.es/argos/fileadmin/argos/datos/RVEA/libro_36/m39-36.pdf.
[2] Criekemans, David. “How subnational entities try to develop their own “paradiplomacy”. The case of Flanders (1993-2005)”, p.2, en la Conferencia internacional “Challenges for Foreign Ministries: Managing Diplomatic Networks and Optimising Value”. Ginebra, Suiza. 31 de mayo- 01 de junio de 2006. Versión electrónica en http://diplo.diplomacy.edu/Conferences/MFA/papers/criekemans.pdf.
[3] Russell, Roberto. “El Estado-nación y los actores gubernamentales no centrales: su lugar y relación en el debate teórico dentro de la disciplina de las relaciones internacionales”, p. 23, en Rodríguez Gelfenstein, Sergio. La paradiplomacia: las relaciones internacionales de los gobiernos locales, Ed. Miguel Ángel Porrúa, México, 2006, pp. 147.
[5] Aldecoa Luzarraga, Francisco. “La paradiplomacia en la Unión Europea: las relaciones exteriores de las regiones”, p. 56, en Rodríguez Gelfenstein, Sergio. La paradiplomacia: las relaciones internacionales de los gobiernos locales, Ed. Miguel Ángel Porrúa, México, 2006, pp. 147.
[7] Dutrisac, Robert. “Québec se propone reforzar la doctrina Gérin-Lajoie”, en Delegación General de Québec en México, http://www.mri.gouv.qc.ca/mexico/_scripts/Actualites/ViewNewQcNews.asp?ID=201&Menu=default&lang=es. 03 de septiembre de 2005.
[9] Gobierno del Estado de México. “Enrique Peña Nieto visitó Shanghai y Pudong en China”, en http://www.estadodemexico.com.mx/portal/noticias/article.php?storyid=645. Martes 13 de noviembre de 2007.
[11] Criekemans, David. “How subnational entities try to develop their own “paradiplomacy…..Op. cit. p. 5.
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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "La paradiplomacia en la actualidad: ¿relaciones internacionales locales o globalización de los actores estatales?", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 31 de julio de 2008.
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