viernes, 12 de septiembre de 2008

Myanmar: el Estado que Buda olvidó

“La falsa imaginación te enseña que cosas tales como la luz y la sombra, el largo y el alto, lo blanco y lo negro son diferentes y tienen que ser discriminadas; pero ellas no son independientes una de la otra, ellas son aspectos diferentes de la misma cosa, ellos son conceptos de relación no la realidad”

Siddharta Gautama


Resumen: Para comprender los procesos que han llevado a Myanmar a ser lo que hoy es resulta necesario conocer primero la historia del país, la cual hemos enmarcado desde el periodo de la colonia hasta la actualidad, con el fin de analizar las causas que generaron los acontecimientos históricos más significativos y la repercusión que han tenido en la construcción del Estado.


Introducción

Myanmar es un pequeño país ubicado en el sudeste asiático, que limita al norte con China, al este con Laos y Tailandia, al oeste con India y Bangladesh, y al sur con salida al Océano Índico.

A mediados del siglo XIX, el país fue gobernado por el rey Mindon Min (1852-1878) que durante su mandato intento modernizar Myanmar inspirado en la Era Meiji de Japón, sin embargo, a pesar de lo anterior, el país fue invadido por Reino Unido en diversas ocasiones, logrando la conquista del territorio bajo el reinado de Thibaw Min (1878-1885) en 1886, al cual exiliaron en la India.

Los ingleses mantuvieron su dominio total sobre Myanmar, integrándolo bajo la administración del gobierno colonial en la India, situación que se mantendría hasta 1920, año en que se les concede mayor autonomía, bajo presión de la Asociación de Jóvenes Budistas, creada en 1906 por un grupo de myanmarenses.

No sería hasta 1937 cuando se le concedería total independencia de la India, como respuesta a la organización que se empezaba a mostrar por parte de los conquistados, ya que para la década de 1930, se llevaron a cabo diversas manifestaciones lideradas por los “Thakin” (maestros), que eran un grupo de estudiantes que se oponían al sistema colonial, llegando incluso a formar el Partido Comunista de Birmania, encabezado por Aung San y U Nu.

Los japoneses invaden Myanmar en 1942 apoyados por Aung San y su grupo denominado los “30 camaradas”, para concederles su independencia en 1943, sin embargo, al ver que las intenciones de Japón eran constituir un “Estado títere”, el propio Aung San constituye la Organización Anti-Fascista en 1944, con el fin de sacar al gobierno japonés del país, lo que se logra en 1945, aunque esto significó el regresó de Reino Unido como colonizador.

Para enero de 1948, después del asesinato de Aung San en 1947, el gobierno inglés le concede la independencia a Myanmar. Sin embargo, una vez alcanzada ésta, se inicia un caos interno, ya que por un parte existía el gobierno civil de U Nu, sucesor de San, y por otra, el gobierno de los militares.

El gobierno de Nu era el más fuerte, debido a la imagen carismática que tenía como líder y a su total apego al budismo, no obstante, el presidente anuncia anticipadamente su renuncia al gobierno para el año 1964, lo que provoca un golpe de Estado en 1962, comandado por el General Ne Win, quien crea el Consejo Revolucionario, asumiendo así la presidencia del país.

Ne Win monopolizó el poder en su persona, disolviendo el parlamento, y desapareciendo la precaria federación existente. Para 1974, con la nueva constitución, Win declara a Myanmar un país socialista, nacionalizando varias empresas, constituyendo igualmente un régimen de partido único: el Partido del Programa Socialista de Birmania.

El gobierno socialista fracasó en materia económica y política, al ser tan evidente su corrupción, por lo que Win renuncia en 1988, y el partido nombra a Sein Lwein, que sólo dura 17 días en el cargo, para darle su lugar al Dr. Maung Maung que intenta impulsar la democracia, sin embargo, ante las crecientes manifestaciones populares, los militares dan un golpe de Estado decretando Ley Marcial, estableciendo el Consejo del Orden, Restauración, y Estado de Derecho. Los militares prometen elecciones libres para ese mismo año, lo que llevó a la creación de un importante partido político, el Partido de la Liga Nacional para la Democracia, liderado por Aung San Suu Kyi, hija de Aung San, la cual es arrestada por la Junta Militar, que decide también cancelar las elecciones en 1990.

La Junta Militar se transforma en 1997 en el Consejo de Paz y Desarrollo para el Estado, iniciando también una mayor liberalización económica y una mayor apertura comercial. El General Than Shwe asume la presidencia del Consejo en 1992, y por lo tanto del país, manteniéndola hasta la fecha.

En el año 2007, hubo una fuerte manifestación de los monjes budistas tras el alza en los precios de los combustibles, la cual fue reprimida violentamente por el gobierno militar, lo que provoco algunos cuestionamientos hacia la falta de democracia en el país.


El proceso de construcción de Myanmar: La forma es fondo

El colonialismo en Myanmar significó un duro golpe para el Estado que se estaba gestando, ya que a diferencia de otros procesos colonizadores ingleses, éste no respeto ni tomo en cuenta las instituciones políticas previas con las que contaba Myanmar, al punto tal que no sólo removió al monarca local, sino que también incorporó su territorio al dominio indio, lo que causó una gran malestar en la población myanmarense, ya que habían luchado por diferenciarse de la India, un Estado del que habían recibido mucha influencia cultural y política, pero del que no querían ser parte, lo que les llevó a encontrar en el budismo el principal elemento diferenciador, puesto que la mayoría de los indios eran hindúes, pero al deponer también al monarca, considerado como protector del budismo, debilitaron ese otro aspecto, puesto que la nueva colonia era secular, contradiciendo al Estado previo, donde la religión estaba ligada a la política desde mucho tiempo atrás.

Quizá fueron los anteriores elementos expuestos los que más repercutieron en la consolidación de un movimiento independentista, promovido por los propios monjes budistas, quienes habían sido excluidos de la política, es así, como la Asociación de Jóvenes Budistas desempeña un papel relevante, criticando la creída superioridad cultural europea, sobre todo, cuando en 1916 se quejaron del uso de zapatos por parte de los europeos en las Pagodas[1], puesto que eso se consideraba una falta de respeto.

El budismo, representando en los monjes, se convirtió muy pronto en el elemento conciliador de la lucha anticolonial, y en el símbolo de ese nuevo nacionalismo.

Por su parte, las manifestaciones de los Thakin, tuvieron también un gran impacto en la sociedad, puesto que eran un grupo formado por estudiantes educados en las escuelas de Inglaterra, y que representaban esa nueva elite anglobirmana.

El colonialismo, también trajo consigo un problema que hasta la fecha ha impedido la verdadera consolidación del Estado de Myanmar: los intentos separatistas. El país cuenta con 135 etnias, y 111 idiomas, de los cuales, el 70% son birmanos, sin embargo, los ingleses motivaron una mayor fragmentación entre las diversas etnias, ya que permitieron a minorías como los Shan tener un gobierno alterno al indio, representado en un saopha, designado por Reino Unido. De igual forma, propiciaron la llegada de grupos que antes no se encontraban en Myanmar, como los Karen que provenían del Tibet, huyendo de la invasión que sufrieron en 1904 a manos del propio gobierno inglés. También promovieron y defendieron el cristianismo, patente el día de hoy en esta misma etnia. Con el establecimiento de una colonia conjunta, la Compañía de la India llevó trabajadores indios a Myanmar, fomentando la llegada de musulmanes, animistas e hinduistas.

La convergencia de tantas religiones, dañó la unidad de Myanmar basada en el predominio absoluto del budismo, el cual era sinónimo de nacionalismo, lo que motivo que tras la independencia los diversos gobiernos atacaran a las minorías étnicas, y sobre todo religiosas, lo que ha provocado el surgimiento de movimientos opositores como la Unión Nacional de Karen, en la frontera con Tailandia, o los Rakhine musulmanes en la frontera con Bangladesh.

Resulta también interesante cuestionar el porque Myanmar optó por el socialismo en la década de 1970, y porque arrastraba un proyecto comunista tiempo atrás. Quizá la mejor explicación radica en el hecho de que se buscaba un cambio, algo que no representará el represivo sistema capitalista impuesto por la metrópoli, encontrándolo en el socialismo, ya que los principales grupos independentistas tenían fresca la Revolución Rusa, y la Revolución China, patente en sus principales líderes, que buscaron adaptarla a la realidad del país, creando un híbrido entre el marxismo-leninismo y el budismo.

La democracia budista, como ha sido llamada en el país, tampoco ha cuajado en la sociedad de Myanmar, quizá porque aún no esta preparada para combinarla con su pluralismo religioso y étnico, ya que el país siempre se ha definido entorno al budismo y a lo birmano, y en las democracias las diferencias deben reconocerse y coexistir, algo que aún no se tolera en Myanmar. También debemos tomar en cuenta el papel que desempeñan los monjes budistas, que legitiman al gobierno y no cuestionan el orden imperante de manera tajante, ya que en el fondo les conviene, al ser parte de la élite protegida, que las cosas sigan así, y si bien ese vínculo se debilitó tras la represión en el 2007, todavía no se generan las condiciones para comenzar una democratización abierta.


Conclusión

Los casi 60 años coloniales tuvieron una gran influencia en la vida social de Myanmar, ya que no sólo impuso el nombre de Birmania, con el que incorrectamente aún se le conoce en varias partes del mundo, basado en la etnia mayoritaria, cuando desde el siglo XIX, antes de la invasión, ya se autonombraban Myanmar, sino que también modificaron la estructura estatal. Esto sólo evidencia lo poco que Reino Unido conocía a su colonia, patente en las malas políticas que sólo acentuaron la continuación del autoritarismo tras la independencia y la falta de una unidad nacional, presente, en alguna medida, en el fracaso del federalismo.

A pesar de todo, aún hoy en día, el inglés es una lengua utilizada sobre todo en el comercio, la tradicional ropa Longyi, que antes se usaba cotidianamente se ha reemplazado por los pantalones, quedando guardada sólo para ceremonias especiales. Aún así, fue quizá una de las colonias del sudeste asiático, que menos elementos asimiló de la metrópoli, en parte debido al budismo, que sirvió para contener parte de los cambios y conservar estilos tradicionales de vida que hasta la fecha tienen problemas para coexistir con la modernidad.

El budismo Theravada, profesado por 80% de la población, y que asimiló elementos del hinduismo y animismo provenientes de la India, ha servido como respuesta a muchas de las expresiones myanmarenses, sobre todo en la arena política y social, donde son pilares básicos de la comunidad, ya que los monjes actúan como vigilantes del respeto a la Ley de Buda por parte de los gobernantes, legitimando el régimen. Basados en el Pali Canon, que es libro que recopila las enseñanzas del budismo, se ha tomado al Dhammaradja como la base principal de la relación religión-gobierno, ya que ésta menciona al Estado ideal como aquel donde se actúa en interés del budismo, no por nada, antes de la colonia, el rey era el máximo guardián de Buda.

La influencia que los monjes tienen en la sociedad se hace también evidente en el hecho de que los hombres en Myanmar tienen que ser por lo menos una vez en su vida monjes, y seguir los principios de Buda, con lo que a través de la educación, continúan articulando su poder, no por nada, se les conoce honorablemente como los Sangha, grandes ejemplos morales.

La falta de un líder articulador tras la independencia, como fue Nehru y Gandhi en la India, Mao en China y Ho Chi Minh en Vietnam, ha llevado a Myanmar a convertirse en un Estado sostenido con débiles hilos impuestos por la dictadura militar, y con un grave problema estructural para introducir la democracia, que bien aplicada podría ser quizá en un futuro: un elemento de cohesión.


Mayo de 2008, México, D.F.



[1] Son Templos Budistas. En la actualidad, se considera a Myanmar como el país con mayor número de Pagodas.
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Como citar el artículo: Herrera, Héctor. "Myanmar: el Estado que Buda olvidó ", en "El águila, el jaguar y la serpiente", http://nohoch-balam.blogspot.com/. 12 de septiembre de 2008.

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